"La ruta de la caca": el francés que hace el 'trabajo sucio' en los cerros
Hace tres años que Samuel Guillemet recorre los puntos turísticos de Valparaíso recogiendo excremento de los perros callejeros. Solo pide una colaboración voluntaria.
"Nunca había visto tanta caca junta... fue un espectáculo impresionante" es una de las frases icónicas de Juan Carlos Bodoque, personaje de la serie 31 minutos. Estas palabras, también deben haber pasado por la mente de Samuel Guillemet, francés que arribó hace casi 20 años a nuestro país, y que hace tres vive en Valparaíso.
"Es una ciudad fascinante, un museo a cielo abierto, que además tiene mucha vida artística, es tremenda, única en el mundo. Yo he viajado por más de 50 países y no he visto una ciudad así", nos relata el hombre que está por cumplir 53 años, no sin agregar que algo le llamó poderosamente la atención desde su arribo al Puerto Principal.
"Cuando llegué aquí, encontré que había mucha caca de perro en las calles, y me fijé también en todos los turistas que no están muy acostumbrados a caminar en Valparaíso, eran quienes la pisaban. Un día vi hasta a una persona asiática tomando una foto de la caca de perro, lo que demuestra que para él, eso era representativo de la ciudad", reveló el oriundo de Le Havre. Dicha acción del turista oriental inmediato le hizo un "click" en la cabeza y se dio cuenta que estaba ante una oportunidad para aportar.
Al menos cinco días a la semana, Samuel parte con guantes de protección, bolsas herméticas, una pinza y su exclusivo uniforme, a realizar la que él mismo bautizó como "la ruta de la caca". "Empecé con una palita que no fue muy práctica y después opté por una pinza. Empiezo a las una de la tarde, porque los turistas, la gente, y la ciudad misma, se pone activa a partir de esa hora. Sigo hasta la llegada de la noche, donde literalmente no se ve ni 'mierda'. De todas maneras, es un trabajo que si uno lo hace una vez a la semana, no sirve. Los perros hacen sus necesidades 24 horas al día, así que podría estar perfectamente todo el día en esta tarea", nos cuenta Samuel, mientras recorre las calles de los Cerros Alegre y Concepción.
Más allá de que uno tenga invisibilizada la cantidad de excremento canino que hay hoy en las calles, el hombre que trabajó durante muchos años en el rubro de las aerolíneas, nos reveló que "si salgo todos los días, recupero un promedio de dos kilos por día. Si salgo menos, el promedio es de cuatro kilos, por todo lo que se acumula. Acá no hay que tener asco, yo no hago distinción entre la fresca y la seca, además que la caca de perro casi no deja olor".
A pura colaboración
Samuel es propietario de un loft remodelado en una casa patrimonial, el cual arrienda a través del sistema Airbnb, lo que le da la solvencia y tiempo suficiente para dedicarse a su labor recogiendo heces. "Me gusta trabajar al aire libre, así que inicié este trabajo porque tengo la mejor oficina de todo Chile", añade al respecto.
Con su peculiar uniforme, que tiene un parche con el nombre de su proyecto, el francés recorre los callejones y va pidiendo una colaboración voluntarias a quienes observan su labor. La recepción, según indica el europeo, ha sido "fantástica, porque yo trato de hacerlo de forma entretenida. Hablo francés obviamente, hablo inglés y español, entonces trato de encontrar el punto de interés de la gente. Los turistas son quienes más interés ponen esto, porque es muy desagradable, y ellos no están acostumbrados a caminar entre tanta caca, entonces la pisan, y es súper incómodo llegar a su casa o al hotel para limpiar el zapato durante 30 minutos".
En relación al trato que ha recibido de los mismos porteños, Samuel puntualiza en que "me dicen que lo que hago es útil, y me felicitan de forma espontánea", y que incluso, ya lo empezaron a reconocer en las calles: "Estoy súper famoso, algunos me llaman 'cacaman'".
Quiere expandirse
Uno de los sueños de Samuel es que "la ruta de la caca" se expanda, principalmente porque "como trabajo solo, es mejor concentrarse en una sola zona geográfica, porque de otra forma no sirve, y aparte, lamentablemente, no inicié vocación en la juventud chilena, a pesar de que la acogida de este proyecto ha sido fantástica. Eso me motivó fuertemente para seguir haciéndolo de forma más regular".
La idea a futuro del hombre que puede encontrarse a través de su facebook, Lancelot Guillemet, es "tener patrocinio de alguna tienda de comida perros, por ejemplo, o algún otro tipo de negocio, para poder expandir esta idea a otros cerros y lugares turísticos, como el Paseo 21 de mayo, o toda la zona de La Sebastiana".