Piñera cerró el Cread en medio de protestas
Funcionarios de las nuevas Residencias Familiares aseguran que los menores están en las mismas condiciones que en antiguos centros.
Ayer, el presidente Sebastián Piñera y la directora del Servicio Nacional de Menores (Sename), Susana Tonda, cerraron definitivamente las puertas del Centro de Administración Directa (Cread) de Playa Ancha que llegó a albergar 120 niños, niñas y adolescentes en sus dependencias.
Previo a su cierre, el número de menores ascendía a 80, y los últimos residentes dejaron el lugar el 26 de febrero pasado. Algunos de ellos volvieron a sus casas, luego de un trabajo de revinculación familiar; mientras que aquellos que por diversas razones no lo lograron, ahora están viviendo en cuatro nuevas Residencias Familiares ubicadas en Viña del Mar, Valparaíso, Quillota y Villa Alemana.
Cierre definitivo
Cabe recordar que en agosto del año pasado el presidente Piñera firmó el proyecto de ley para crear un nuevo Servicio de Protección a la Niñez y poner fin al Sename, y anunció la aplicación de un nuevo sistema para cuidar a los niños y adolescentes: las Residencias Familiares.
En esa instancia también comunicó el cierre del Cread de Playa Ancha, tras una serie de acontecimientos que dejaron en evidencia que no se estaba cumpliendo el principio de cuidar y proteger a los menores.
Nuevas residencias
Es por eso que ayer, el Mandatario detalló que "las Residencias Familiares son casas donde se reproduce lo mejor posible el ambiente familiar, donde hay menos niños para que así puedan convivir con relaciones de cariño y de amor. Que puedan sentirse libres y desarrollar su vida incorporados e integrados lo mejor posible a la sociedad".
Por su parte, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Hernán Larraín, añadió que "el cierre de este Cread es un hito que marca un antes y un después. No solo se cierra un centro que fracasó en su modelo para tratar a los niños vulnerables, sino que significa el inicio de un nuevo trato para la niñez vulnerable. Y se abre un nuevo proceso para asegurar con residencias familiares la rehabilitación y la recuperación de niños, niñas y adolescentes que han sido fuertemente dañados".
En tanto, la directora del Sename, Susana Tonda, aseguró que "hoy las cuatro Residencias Familiares de la Región de Valparaíso están operando en marcha blanca. Se está trabajando en conjunto con los funcionarios -que así lo quieren hacer- y con el intersector. Es un modelo que busca ambientes emocionalmente seguros y que tengan mayor trabajo con las familias de los menores".
Protestas
Pero las palabras de las autoridades fueron debatidas por un grupo de funcionarios del Sename quienes señalaron que el cambio sólo fue de infraestructura y que en las nuevas residencias todavía hay problemas.
"Los chiquillos no están bien. El tema de fondo es rehabilitarlos y eso no se está haciendo porque Salud y Educación no funcionan. Los niños siguen en una casa muy bonita pero no está el modelo funcionando", lamentó Luisa Díaz, presidenta de Anfur Provincial Valparaíso y trabajadora del Cread.
María de los Ángeles Salazar es secretaria de Anfur provincial y funcionaria de la Residencia Familiar de Cerro Alegre, y señaló que urge dar atajo a los problemas de salud mental y drogodependencia de los menores.
"En este momento no hay redes que nos puedan ayudar con el trabajo ya que al ser residencias de puertas abiertas, el descontrol y la ansiedad en los chiquillos no se está abordando. Al igual que cualquier persona natural ellos están esperando atención siquiátrica en hospitales. Entonces este cambio de modelo fue un cambio de casa simplemente", aseguró.