Con respecto a la demanda por el comercio ambulante
Con respecto al comercio ambulante y su erradicación podemos seguir aportando a la cesantía de la región o podemos ayudar a disminuirla. En estos momentos que las demandas se han vuelto un instrumento para que los ciudadanos y ciudadanas puedan regular lo que sucede en las calles, en este caso el comercio ambulante, es cuando se debe aprovechar ese impulso, dar un paso hacia adelante y tomar el toro por sus astas.
Conocemos la realidad de Valparaíso y sabemos que esta ciudad tiene altos índices de cesantía por lo que se necesita tener una política para la ciudad que piense en una solución a largo plazo con los ambulantes como sucedió con el municipio de Tunja en Colombia, en donde se planteó lo siguiente a las autoridades: adecuación de un inmueble ubicado en el centro histórico de la ciudad con el fin de ubicar allí un centro comercial que agrupe a los vendedores de ropa, artículos de miscelánea y algunos alimentos procesados. Para los vendedores de frutas y verduras se contemplan dos soluciones; una es la organización de un local comercial en el centro de la ciudad y otra, el establecimiento de mercados móviles, que se desarrollen durante toda la semana en diferentes sitios de la ciudad.
La tercera propuesta consiste en constituir y promover la creación de microempresas para la producción y comercialización de alimentos procesados, cuyos destinatarios no sean solo el consumidor final, sino los diferentes establecimientos que hay en la ciudad.
Estas propuestas que nacen de un estudio que se realizó en aquella ciudad son un camino que habla de inclusión. Pensemos lo siguiente, los ambulantes cuando ven un policía se mueven de un lugar a otro, total no son comercio establecido; el día de mañana van a faltar policías para cuidar todas las calles y las celdas se van a hacer pocas para acoger a tantos cesantes.
Pensemos en soluciones a largo plazo y no a corto plazo como señala la demanda si no después tendremos un problema mayor, que cuesta intentar formalizar a los ambulantes que más se pueda y si quedan algunos porfiados en las calles ahí les damos con el garrote.
Cristian Oliva Rojas
Profesor