Cinthia Matus O.
El tour consistía en pasar un día completo en el Embalse El Yeso, al interior del Cajón del Maipo. Para asegurar el asiento, los pasajeros debían depositar 9 mil pesos, la mitad del valor total, para que el mini bus de la empresa "The party on the bus", los pasara a buscar en Villa Alemana, Viña del Mar o Valparaíso. El resto del dinero se paga en efectivo.
Mauricio Morales, junto a su polola Antonella, decidieron contratar este tour el domingo pasado. Como son de Viña, les dijeron que los iban a recoger en la plaza Parroquia a las 07.10 de la mañana, pero luego los llamaron diciéndoles que debían estar listos una hora antes. En el lugar, los dos estaban pendientes de un mini bus, pero al final los pasaron a buscar en una micro urbana, de las que hacen recorridos diarios en el troncal. "Publicidad engañosa", reflexiona Morales.
Micro con fallas
En total se subieron 21 personas de todas las edades. Desde un niño de 4 años a adultos mayores, que fueron atendidos por una guía turística.
Más tarde, a eso de las 11.00 horas, la micro presentó un problema en su motor y se detuvo en el kilómetro 8 del Cajón del Maipo. La guía se dirigió a los pasajeros y les dio una explicación.
"Nos dijo que era común que las micros se apunaran en las subidas y que íbamos a esperar un poco para que se enfriara el motor. Nadie se bajó y estuvimos como 10 minutos esperando, hasta que la micro retomó la marcha", relata Mauricio Morales.
La máquina llegó hasta el kilómetro 15 y de nuevo se detuvo por el mismo problema en una subida pronunciada. La guía, entonces, le sugirió a todos que se bajaran y aprovecharan de hacer fotos.
"El chofer con su hijo también se bajaron y con unos bidones buscaron agua en el río para arreglar la pana. Como hacía calor, mi pareja se volvió a subir a la micro para buscar agua. Yo la seguí y al rato se subió otro caballero, padre de un niño de 4 años aproximadamente", detalla Morales.
Pasado el mediodía, la micro se desenganchó y comenzó a descender en dirección a un barranco de 300 metros de profundidad. Mauricio y su polola trataron de pararse de los asientos, mientras el padre del niño intentó en dos ocasiones detener la máquina accionando el freno de mano. "No le respondió y trató de mover el volante en otra dirección. Íbamos directo al precipicio, como a 70 kilómetros por hora. El caballero, al ver que íbamos retrocediendo a esa velocidad, se desesperó, saltó y se azotó la cabeza. Con mi polola nos tambaléabamos de un lado para otro, hasta que algo nos botó y caímos al medio de la micro. Ahí le dije 'Antonella, nos vamos a caer' y nos abrazamos fuerte", relata el viñamarino.
De pronto, la micro se detuvo. "No sé qué pasó, pero la micro frenó justo 50 metros antes de caer al vacío. Había una pequeña loma de tierra. Cuando paró, nos bajamos y corrí la subida para ver al caballero. Se había reventado la cabeza y estaba muerto. Fue horrible, y la empresa lo único que hizo fue pedirnos disculpas y devolver el efectivo", comenta el afectado.
Seremi del ramo
El seremi de Transportes, Gerald Oliger, manifestó que los vehículos de locomoción colectiva de las provincias de Valparaíso y Quillota (de servicio urbano y rural) que deseen hacer servicios especiales, deben tener una antigüedad máxima de 5 años.
Para otras provincias es de 8 años. "Estos buses son permanentemente fiscalizados por el programa nacional de fiscalización y para viajes especiales, las personas a través de la página del ministerio, pueden pedir fiscalizaciones previas. Esto se usa para viajes de estudios u otros fines", comentó la autoridad, que reiteró los inspectores controlan de forma constante en las rutas a conductores y los vehículos.
La Estrella intentó comunicarse con la empresa microbusera implicada en el hecho, pero no atendió los llamados de este diario.