La concurrencia masiva de santiaguinos al Jardín Japonés ubicado en el Parque Metropolitano recién remodelado y el uso que hicieron de él, claramente bastante alejado de la manera de como lo harían los japoneses con estos espacios, y que suscitó las críticas del arquitecto máster en paisajes, Juan Manuel Gálvez al respecto, como hacer picnics, meter los pies a las lagunas artificiales, tocarlo todo, gritos y juegos, en simples palabras demuestra la falta absoluta de lugares de esparcimiento para los santiaguinos, que no tienen la opción de escapar del calor de la capital. De seguro el señor Gálvez, cuando remodeló el citado Jardín Japonés, lo hizo como "japonés y para japoneses", tal vez por su cercanía a la cultura y tradiciones de Japón, en vez de hacerlo "como japonés, pero pensando que iba ser visitado por chilenos, faltos de espacios artísticos, bonitos y bien tenidos para visitar en familia", con todo lo que esto lleva consigo, agregados tan propios de nuestra idiosincrasia. Lo que ocurrió no es una falta de cultura, como se ha dicho, simplemente es la imperiosa necesidad de los capitalinos de espacios verdes en medio de tanto cemento. Tal vez una manera de permitir un mejor uso del jardín japonés para su mantención y permanencia en el tiempo, sería tener una clara información al respecto, y por qué no, con guías japoneses para mostrar su especial manera de ver estos hermosos lugares.
Luis Enrique Soler