Matías Valenzuela
Tienen profesores, alumnos, salas de clases, pupitres, evaluaciones y diplomas de egresados. Todo lo necesario para impartir cualquier curso, sólo que este enseña algo muy particular: preparar tragos, pero en las ligas mayores.
Bar Academy Valparaíso es la primera escuela de bartenders de Chile, y la única certificada por la Asociación Central de Bartenders de Chile (Acebach). Existe desde 2002, y actualmente imparte tres cursos especializados. El primero es el de Bartender Profesional, pensado para hombres y mujeres que desean entrar al mundo laboral; el segundo curso es el de Bar Skills, que prepara a los alumnos para poder hacer trucos y piruetas con más destreza a la hora de servir. El tercer curso es el de barista, enfocado netamente en la cafetería.
Las salas se reparten entre seis salones que cuentan con amplias barras, todas nutridas con gran variedad de licores, y espaciosos corredores. Al principio del semestre, se entrega un manual de 150 páginas que los alumnos deben leer para llegar con la materia fresca a las sesiones. Hay clases teóricas, en las que los instructores entregan las lecciones del día y atienden consultas. En las salas de mixología se hacen los ejercicios prácticos, allí los estudiantes ponen en marcha todo lo aprendido en los respectivos ramos.
Para obtener el diploma, los asistentes deben aprobar el examen final, que consta de una prueba y un ejercicio práctico en el que deben preparar lo que el profesor dicte con los componentes exactos en el tiempo indicado y en las medidas precisas, entre otras evaluaciones.
Los cursos duran dos meses, con clases dos o tres veces a la semana que duran dos horas y media, pero en verano también se hacen cursos intensivos en un mes. Para quienes ya tengan más experiencia, también se imparten otros cursos de "postgrado".
únicos CERTIFICADOS
El director de la academia, que sería el equivalente al decano de una facultad, es Rodrigo Pelaez, que a su vez es vicepresidente de Acebach. Tiene una amplia trayectoria como bartender en Chile y el extranjero y cuenta que los instructores también tienen largo recorrido en la escena mundial.
"Acá llega gente que nunca ha tomado una botella, y nuestra misión es, en dos meses, convertirlo en profesionales, para eso cada una de nuestras salas está hecha de forma específica para cada área", cuenta.
Los alumnos aprenden desde las recetas para preparar los tragos, hasta saber cómo tomar una botella para servir de forma vistosa, incluso se enseña sobre la "responsabilidad social" a la hora de servir alcohol.
Rodrigo divide los conocimientos entregados en tres: teoría, mixología y "skills" (habilidades).
"Llevamos tantos años como escuela de coctelería y el mercado así lo requiere", menciona el director.
Preparando expertos
Entre los estudiantes, destacan cantineros aficionados, gente que quiere especializarse para trabajar e incluso personas que quieren aprender para atender a sus invitados.
"Acá tenemos gente de distintas carreras, de medicina, derecho, lo que sea. Hay muchos que quieren aprender para empezar a trabajar paralelamente con sus estudios y poder pagar sus carreras. Esta es una muy buena forma de financiar tu carrera, de hecho yo mismo soy ingeniero en comercio internacional y esa carrera la pagué gracias a la coctelería", cuenta el viñamarino.
Al igual que en cualquier clase, hay alumnos aventajados, estudiantes promedio, y algunos a los que les cuesta más. Para estos últimos hay reforzamientos para nivelarlos.
Del mismo modo, al egresar de este curso se accede a toda la red de contactos de la Acebach, y con ello a su bolsa de trabajo. Rodrigo explica que "por lo general, cada semana nos van llamando de ciertos locales, pidiendo gente para trabajar en sus bares, ahí nosotros siempre recomendamos a los mejores alumnos".
En 22 años, la academia ha alcanzado fama a nivel internacional, pero el camino se fue cimentando año a año. Rodrigo reflexiona que la industria bohemia se encamina en la preparación profesional de los bartenders, pero advierte que en Valparaíso todavía quedan muchos aficionados trabajando en el rubro.