El drama de Deportes Limache
Luego de liderar -de punta a punta- el torneo, los "tomatinos" remataron terceros en la liguilla y seguirán en Tercera A.
Claudio Morales Salinas - Enviado especial a Colina
Era una verdadera final la que se jugaba el sábado Deportes Limache en la cancha sintética del estadio Manuel Rojas Del Río. Ante el conjunto local, AC Colina, los de la provincia de Marga Marga solo necesitaban sumar un punto para subir a Segunda División, y poner así el nombre de la Ciudad de los Tomates, por primera vez en el fútbol profesional chileno.
Sus hinchas, aunque varios de ellos llegaron atrasados al partido, tenían toda la ilusión de que así sería, y cantaban "nos vamos de Tercera, nos vamos de Tercera". Pero el cuadro de Colina también se jugaba su opción, y como a ellos solo le servía ganar, tomaron el protagonismo del partido ante unos dos mil fanáticos que enarbolaban los colores amarillo y verde.
Limache no pudo contener el ímpetu de los locales, o sus jugadores entraron demasiados conscientes de que el empate les alcanzaba para subir. Por eso la acción se concentró en el arco visitante durante el primer tiempo. Atrás, en esa galería, los simpatizantes que viajaron desde la Quinta Región vieron con espanto como su portero dio un rebote fatal que permitió la apertura de la cuenta en los 43 minutos de juego para Colina, gracias al oportunismo del delantero Sebastián Julio.
Manos vacías
Los mismos hinchas limachinos tuvieron unos minutos de ilusión, cuando en los 19 minutos del segundo tiempo, una gran habilitación de Fabián Pizarro permitió el gol del empate del volante Carlos Vásquez. Con eso alcanzaba para cumplir el sueño. Pero fue solo un oasis. Cinco minutos después la defensa de los rojos fue incapaz de despejar el balón en un córner, y Sebastián Guzmán lo empujó a las mallas, en un gol celebrado con todo en la comuna metropolitana, pues llevó al profesionalismo al "Gigante de Chacabuco", como mencionaban al equipo en la radio del pueblo que transmitió el partido.
Merecido carnaval para el AC Colina, mientras con el pitazo final varios jugadores de Deportes Limache cayeron al piso desconsolados. Derramaron lágrimas porque se les escapó el objetivo por el que habían trabajado todo el año, primero con el técnico argentino Jeremías Viale, y en la recta final con el experimentado Erwin Durán.
Este último caminó cabizbajo y se refugió, desolado, en el estrecho pasillo del sector de camarines. Al ver que el lugar se llenaba de hinchas locales, prefirió ingresar al vestuario y no tuvo ánimo para emitir declaraciones.
Fue un terrible final, en que incluso jugadores de Limache se vieron envueltos en una trifulca con hinchas de Colina, presos de la decepción y la rabia de ver celebrar al rival. Tampoco ayudó el otro partido, en el cual ganando a Rengo (3-2), Lautaro de Buin consiguió el otro ascenso y además se coronó campeón de la Tercera División A.