"Coleros" de Feria de las Pulgas se toman barrio El Almendral
El domingo es el día más complicado para transitar por las calles colindantes a la avenida Argentina. Autoridades trabajan para imponer orden y evitar delincuencia.
Marcela Guajardo P. - La Estrella de Valparaíso
Domingo al mediodía y prácticamente no se puede transitar por la vereda en los sectores aledaños a la famosa Feria de las Pulgas de avenida Argentina.
En ambos lados de la calle se ubican comerciantes ambulantes que venden desde ropa usada hasta muebles, pasando por cachureos, herramientas, vinilos y artículos de aseo.
Se instalan en la madrugada para asegurar un lugar. Esta es la principal causa de las disputas entre ellos, que muchas veces terminan con la llegada de Carabineros.
"La gente no está trabajando en Viña del Mar y Valparaíso, así que se viene para acá. Lo que pasa es que muchos de ellos son bravos y pelean, porque no estamos establecidos y hay muchos esporádicos. Yo me quedé de anoche para asegurar el puesto", dice Luis Moena, quien lleva diez años en el pasaje Juana Ross vendiendo camisetas de fútbol de segunda mano.
El comercio ambulante se extiende por Juana Ross hacia Independencia y Colón. Poco a poco, más personas se han ido ubicando por las calles perpendiculares hasta incluso Uruguay, seis cuadras de extensión desde la avenida Argentina.
"Nos ha perjudicado la llegada de ambulantes porque ellos venden más y no pagan nada, en cambio nosotros como locatarios tenemos que pagar bodega, permiso municipal, cuotas del sindicato. Las ventas han bajado montones y ya no es como antes, que se vendía y se lograba mantener una familia", asegura Elcira Véliz, secretaria del sindicato Nuevo Amanecer de la Feria de las Pulgas.
Son ocho sindicatos que agrupan a unos 1.200 comerciantes quienes son los que se instalan los miércoles, sábado y domingo en el bandejón de la avenida Argentina y que ahora ven cómo tienen que competir con los ambulantes.
Competencia
Existe preocupación entre los comerciantes de la feria, sobre todo en el rubro de la ropa. "Si ellos venden su ropa a 100 pesos, uno no puede competir con ropa nueva a tres mil a cuatro mil, que son los precios que tenemos", dice Carmen de la Cruz, comerciante de la feria.
Teniendo en cuenta que reciben 50 mil visitantes al mes, el sector es altamente requerido por los ambulantes. Incluso, algunos comerciantes aseguran que llegan camiones desde Santiago con mercadería que se reparten para ser vendida durante la jornada.
"Muchas veces llega carabineros y despeja, pero no pueden estar todo el día ahí, entonces vuelven a aparecer o se van 100 y vuelven 100 diferentes. Son muchos, es mucha la necesidad que tiene Valparaíso. No estamos en contra que trabajen, sino que necesitamos un ordenamiento", asegura Jorge Leiva, presidente del sindicato "El Shaddai" de la Feria de las Pulgas.
Organización
Sin embargo, en sectores como pasaje Ross existe la voluntad de establecer un orden y dejar así las peleas por los lugares.
"Nosotros presentamos un proyecto, tenemos una lista de socios y estamos a la espera del visto bueno de la municipalidad. Estaríamos en las mismas condiciones que los del bandejón, llevamos 18 años esperando esto", afirma Cristian Aguilar, uno de los representantes de la Agrupación Juana Ross.
Son alrededor de 200 comerciantes que se organizarían en 80 puestos a lo largo del pasaje. Cada uno tendría un número, un toldo y la agrupación se preocuparía del aseo, al igual que en la Feria de las Pulgas.
"Al final todos queremos estar establecidos, queremos pagar. La idea no es ser como la avenida Argentina que es como un persa, todo chino, sino mantener nuestro origen de venta de artículos de segunda mano", asegura Luis Moena, quien también es dirigente de esta agrupación.