Una ciudad que vende su patrimonio no puede ser nombrada ciudad patrimonial. A mi juicio, Valparaíso no debe vender el Palacio Lyon. Si el Estado tiene 2 mil millones que gastar, que los invierta en otro edificio porteño más adecuado para instalar el Museo de Historia Natural y que Valparaíso recupere el Palacio Lyon para instalar ahí un museo porteño que merece, combinado con una galería de arte decente y con criterios adecuados.
El Museo de Bellas Artes de Valparaíso sufre de falta de espacio para mostrar toda su colección que pertenece a Valparaíso y, más encima, el Parque Cultural de la ex Cárcel debería pasar al Ministerio de la Cultura, sin hablar de la pronta licitación del ex Café Vienés. Por lo tanto, Valparaíso necesita lugares propios para las artes y la cultura.
La directora de MHNV actuó de forma inadecuada al declarar la venta y apoyar y defender la idea, saliendo de su legitimidad profesional. Y el Estado está haciendo un ahorro a costo de los porteños, abusando de la situación económica precaria para proponer una plata (poca) para no tener que pagar el gasto de un traslado que sería más oportuno para que el museo tenga realmente el espacio y las características que exigen sus obligaciones.
Valparaíso no merece regalar su patrimonio y menos al Estado, que está al debe con los porteños desde mucho tiempo.
Valparaíso no se vende y el Estado debe ayudarle a recuperarse.
B. Costou.