Claudia Carvajal R.
Veintidós segundos dura el tenso video que registró cómo una niña jugaba con su muñeca sobre un muro sin protección ubicado justo bajo la ventana de su departamento ubicado en un 5° piso. La pequeña síndrome de down salió sin ser vista y se sentó en un espacio de unos 40 centímetros; ahí se puso a jugar con un peluche, miró hacia abajo y se movió de un lado a otro sin siquiera notar que podía caer al vacío.
Esta angustiante escena, que se viralizó a través de redes sociales, ocurrió en un edificio de la avenida Edmundo Eluchans de Reñaca que está justo al frente del centro médico Bosques de la Clínica Ciudad del Mar, donde afortunadamente cuatro personas se dieron cuenta de lo que ocurría.
Justo en el momento en que ella jugaba, el cirujano máxilo facial, Heraldo Seguel, estaba en su consulta junto a un paciente, el padre de éste y su secretaria. De pronto vieron que había algo al frente y rápidamente se dieron cuenta que era una pequeña. Manuel -el padre del paciente- se puso a grabar, mientras la secretaria llamaba a los Carabineros, y Seguel junto a su paciente partieron corriendo a prestar ayuda a la niña.
Minutos de tensión
Heraldo Seguel reconoce que fueron momentos bien fuertes los vividos el lunes. "Estaba entrevistando a mi paciente cuando observé que algo se movía en el marco de una ventana del quinto piso de un edificio que se ve desde acá, de la clínica. Era una niña de tres años. Dejé lo que estaba haciendo y el papá de mi paciente se puso a grabar. Y lo único que atiné fue a correr, bajé los cuatro pisos, salí a la calle y empecé a averiguar cuál era el departamento".
En la carrera lo acompañó su paciente. Ambos llegaron hasta la puerta del edificio, pero la conserje no los dejaba pasar. De todas maneras les dijo cuál era el departamento entonces Seguel entró a toda prisa, mientras el joven que lo acompañaba se instaló bajo la ventana donde jugaba la pequeña.
"Pude subir a pesar de la oposición de la conserje. Le dije que era el doctor tanto y que quería ayudar. Llegué al departamento y me abrió una mujer hablando por teléfono. Le dije 'señora, su hija está jugando en la ventana a punto de caerse'. Ahí terminó mi accionar, porque ella la tomó y la sacó", relata Heraldo Seguel, quien todavía se emociona al recordar lo ocurrido. "Me demoré unos 4 minutos, pero fue muy duro por la tensión nerviosa. Hubiese sido terrible que se cayera, es una altura de más de veinte metros".
El médico no conversó después con la mamá de la niña. "La verdad yo no quería emitir un juicio de valor, ningún papá quiere que le pase algo malo a sus hijos, pero hubo un franco descuido".
Manuel, quien grabó lo ocurrido, asegura que "el destino quiso que estuviéramos ahí. Nos preocupamos de no distraerla, de no cometer ningún error para que no cayera. Fue muy complicado para todos los que estábamos mirando".
Este testigo además advierte que hizo público el video para que los papás se den cuenta de que en cuestión de segundos puede ocurrir una desgracia. "No sólo puede morir alguien, sino que además cambian todas la vidas involucradas", reflexionó.