Alcanzando el sueño de la casa propia tras 10 años de lucha
Conozca el proyecto habitacional de Playa Ancha que beneficiará a 105 familias para que abandonen los campamentos donde han vivido durante toda su vida.
La lucha fue fiera y la espera, interminable. Las 105 familias que integran el comité de Playa Ancha, se han enfrentado contra viento y marea para, por fin, dejar los campamentos e instalarse en su casa propia.
El proyecto habitacional "Camino a nuestro hogar" se encuentra en su fase final, tras una extensa historia de trabas y contratiempos que se extendieron por una década. Con la ayuda de la fundación Techo, pudieron encaminar el proyecto que ya alcanza un 50% de avance en su construcción y tienen fecha de entrega para mediados del próximo año, pero el camino para llegar a este punto no ha sido fácil.
La primera tarea fue obtener el subsidio. Esto lo lograron el año 2013 luego de golpear muchas puertas. Tiempo después se enfrentaron a una posible cancelación de todo el proyecto habitacional, ya que la difícil geografía de Playa Ancha dificultaba la edificación. Finalmente, el Serviu inyectó más recursos por vivienda, y así se superó ese obstáculo.
Desde 6 campamentos
La directora regional de Techo, María José Gamboa, explica que en este plan se trabajó en conjunto con familias de los campamentos John Kennedy, Vista al Mar, Alondras, Pacífico, Campanilla y La Tortuga.
"Nosotros como fundación trabajamos con familias de campamento, y desarrollamos proyectos de vivienda definitiva. Este es un proyecto que da solución a 105 familias que vienen de campamentos, de diferentes sectores de Playa Ancha. No se da solución definitiva con el cierre de un campamento completo, sino que son familias de diferentes campamentos, porque tienen que cumplir con ciertos requisitos, como tener subsidio por ejemplo", afirma.
Sobre las viviendas, aclara que se contemplan las necesidades de las familias, con espacios para el trabajo comunitario, y ubicándose en el segundo sector de Playa Ancha, muy cerca de donde están viviendo actualmente.
"Son 11 bloques distribuidos con la cantidad de viviendas necesarias. Hay dos tipos, algunas de un piso y otras de dos, porque hay familias con personas con movilidad reducida. No solo son las viviendas, sino que también se considera áreas verdes y sedes comunitarias para el trabajo de la directiva", dice.
Un sueño
Las familias beneficiadas son las más pendientes y ansiosas por lo que viene. Aún tienen que esperar varios meses, pero ese tiempo parece nada después de diez años esperando.
Jacqueline Henríquez es parte del comité, dice que ha vivido toda su vida en campamento, pero quiere cambiarse por sus hijas. Estando tan cerca de concretar su sueño, comenta que el proceso ha sido muy emotivo.
"Imagínate como ha sido esto para nosotros, cuando recién nos salieron los subsidios, lloramos", confiesa.
Han vivido cada fase con ansias. Elegir el color, el tipo de casa, ver cómo está quedando, escoger el nombre; todo ha sido vibrante para las 105 familias.
"Están todos súper ansiosos, nosotros los del comité tenemos las reuniones, y los demás vecinos nos llaman, nos preguntan por Whattsapp, nos escuchan en la asamblea, quieren saberlo todo", cuenta.
Sobre el futuro abandono de la vida en los campamentos, Jacqueline destaca que "lo que más cuesta es la parte de los servicios básicos, cuando llueve se forma mucho barro, eso es lo que más hemos sufrido. este tiempo. Nosotros no queremos seguir pasando esto, sobre todo por los niños porque son ellos los que sufren todas las consecuencias".