Camila Rojas Vargas

Alos 18 años el fútbol era su deporte. Gracias a una compañera de juego probó suerte en el rugby, y se quedó en la disciplina por once años. Ya a sus 29 años, es capitana del Villa Alemana Rugby Club -VARC, equipo que la formó-, y también es seleccionada nacional. "El rugby es un deporte colectivo, de compañerismo, se crean buenos lazos y se forman muy buenas amistades", es lo primero que dice la deportista al explicar su gusto por el rugby 7.

La oriunda del VARC llegó en un momento de refundación del equipo, en ese momento puso toda su garra y empeño para fortalecerlo y convertirlo en lo que es hoy. 'La casa que te enseña no se deja', dice la seleccionada nacional. "Cuando yo llegué a mi club estaba en reconstrucción porque muchas niñas se cambiaron, o algunas dejaron de jugar por la edad, entonces éramos súper poquitas las que entrenábamos, y fue el cariño al club que nos hizo luchar, buscar más niñas, e incentivar el rugby en Villa Alemana. Así fuimos construyendo esta casa nueva que hoy ya tiene 15 niñas entrenando", relata Carla Jorquera.

"El aprendizaje que me han dado es lo más importante que rescato de mi club. Yo todo lo adquirí ahí, y siempre les dije a niñas o gente que recién entraba que si querían optar por ser seleccionadas nacionales, no tenían que irse a otro equipo, porque quien les hablaba ya fue seleccionada ahí mismo y no había ningún obstáculo. Se me inculcó mucho el no dejar la casa que te enseña", comenta.

Gracias a las enseñanzas que las experiencias dejaron a Carla, la destreza de todo el equipo en la cancha, la cohesión y la hermandad, los resultados han sido increíbles; el año pasado fueron a una gira a Francia y se coronaron ganadoras del 'Tournoi International Femenin de Rugby 7 JAS St. Jean de Braye'. "Fue una experiencia enriquecedora, que te hace abrir tu espectro de interés de rugby, de ver otras culturas que lo tienen mucho más arraigado, allá el rugby es como jugar una 'pichanga' en la calle, es algo súper importante para ellos y todo el apoyo que les brindan las federaciones, asociaciones, el Estado es enorme, es un país del que deberíamos aprender en todo aspecto", rescata la deportista de la experiencia en Francia.

Tal como lo plasman sus palabras, el club es lo más importante para Carla, incluso dejó de lado su carrera para dedicarse por completo al rugby. "Estudié técnico en enfermería y me vi como encapsulada en una carrera que no me iba a dar las opciones de hacer lo que me gusta, así que estudié podología clínica para trabajar independiente, para yo ver mis tiempos que tengo para entrenar, o viajar", revela la jugadora, quien atiende a sus pacientes a domicilio para sopesar los tiempos.

La capitana también es profesora de los más peques del VARC, imparte dos talleres a grupos de niños desde los ocho hasta los tres años con la finalidad de que sean unos grandes y apasionados por el deporte, tal como ella. "Tengo niños incluso más pequeños, hasta de cinco años, que son hermanos de chicas que van a entrenar, son niños que ya entienden los conceptos, entonces los estamos preparando para cuando ellos ya tengan la edad puedan desenvolverse con el entrenamiento". Además, la rugbista enseña a mujeres adultas, mayores de 18 años, las técnicas claves del 7.

Desde 2016 Carla forma parte de la selección chilena femenina de rugby. El equipo ya se prepara hace dos meses -dos lunes al mes, más un fin de semana de concentrado- para el Sudamericano a realizarse en Uruguay el segundo fin de semana de noviembre. "El lunes cinco nos concentramos en Santiago para partir el miércoles siete a Uruguay. Hemos estado viéndonos y entrenando constantemente, estamos muy cercanas, pero esta semana es como para rematar el estar juntas y poder tener resultados", comenta Jorquera.

"Que nos tomen en cuenta como mujeres", es el desafío más grande que han de enfrentar el equipo nacional. "Cuando uno va creciendo y va viendo la realidad del deporte en chile, te das cuenta quehay pocos recursos, y pocas mujeres en la cancha. Queremos que nos tomen en cuenta como mujeres que quieren hacer este deporte, que se ve -desde afuera- super machista porque es de contacto, y súper elitista, por el punto de que en un inicio solamente los colegios ingleses se impartía, y normalmente de puros hombres, entonces nuestro desafío siempre va a ser que crezca el rugby femenino en Chile.

Por otro lado, la escasez de recursos estatales es un problema que acongoja a las chicas, como a muchos más equipos y deportistas del país. "Nos tendrían que apoyar mucho más durante el año, porque todo lo previo a la nómina uno se lo costea; los entrenamientos en Santiago, los pasajes, mi trabajo en el gimnasio, pagar nutricionista, kinesiólogo, todo va por cuenta propia, y no da el bolsillo".

La Estrella de Valparaíso