Empate con robo incluido
San Luis sacó fuerzas de donde no tenía para rescatar un empate en Iquique. Indignación por cobro de penal inexistente.
Claudio Morales Salinas - La Estrella de Valparaíso
De alta tensión fueron los últimos 20 minutos en Cavancha. Deportes Iquique y San Luis apuraron el trámite, hicieron goles, chocaron, se fueron de boca y al final debieron conformarse a regañadientes con un electrizante empate dos a dos, todo esto sazonado con un grosero penal cobrado por el juez Christian Andaur a favor de los nortinos, por una mano de Manuel Bravo, que aparte de ser media casual, fue claramente fuera del área (como lo evidencia la captura de la imagen del CDF que acompaña este artículo).
Pero el asistente Carlos Venegas que estaba cerca y de frente a la maniobra, fue incapaz de advertirle al árbitro central que la pena máxima que había sancionado desde mucho más lejos, no correspondía en absoluto.
El insólito cobro propició la ventaja 2-1 de Iquique, a cinco minutos del epílogo, pues el venezolano Edwin Pernía no falló desde los doce pasos. Y pudo haber sido peor, porque se armó una trifulca entre jugadores de ambos bandos tras la celebración del autor de la conquista. De milagro Andaur no desenfundó alguna tarjeta roja en medio de la batahola.
El técnico canario Mauricio Riffo logró tranquilizar a los suyos, y en una patriada cuando ya se jugaba tiempo agregado, San Luis conquistó un empate que celebró con puños apretados, porque por el esfuerzo desplegado no merecía regresar sin nada en el equipaje.
González y vicencio
El duelo en el norte había comenzado frío, con mucho despliegue en la marca de ambos elencos, pero con escasa productividad en ofensiva. De hecho, en la primera etapa la única acción digna de mencionar fue un zapatazo de distancia de Luis Gonzalo Bustamante, sobre los 20 minutos de juego, pero el portero Ignacio González sacó de forma magnífica. Fue la primera de varias tapadas que tuvo el meta quillotano, y que al final lo transformaron en el jugador más destacado de la jornada... para variar.
El otro protagonista que se destacó en San Luis, fue uno que lleva la casaca amarilla impregnada en la piel, Daniel Vicencio.
El defensor canario conectó con oportunismo de goleador un tiro libre lleno de intención de Christian Bravo y apuntó el primer tanto del mediodía iquiqueño, dando cuenta que la segunda etapa del encuentro tenía reservadas todas las emociones.
Pero Vicencio fue a buscar otra pelota aérea en un tiro libre a favor cuando se jugaban los 25 del complemento. Tuvo suerte muy distinta el zaguero, pues el portero Rodrigo Naranjo lo estrelló, se quedaron discutiendo ambos, mientras en el otro lado de la cancha, Bustamante por fin pudo vencer la resistencia del Nacho González con otro remate furibundo.
No se cayeron
El punto no era de gran utilidad para San Luis, tampoco para Iquique, que quería comenzar a timbrar su salvación, cosa que pudo haber hecho si ganaba. Por eso los 'dragones celestes' festejaron con tanta efusividad el gol del 2-1 con ese penal que nunca fue, celebración que en la trinchera quillotana fue tomada como una provocación.
Quedaban cinco minutos más el adicional, por lo que no todo estaba perdido. Menos aun si estaba el plan estratégico que San Luis alguna vez utilizó en una situación límite hace años, cuando en una liguilla Daniel Vicencio se fue derechamente al ataque a ver si algún balón lograba capturar. Y así no más fue, porque el capitán emérito de los canarios no iba a permitir que un cobro escandoloso los dejara con las manos vacías.
Fue así que cuando ya se jugaban dos minutos de tiempo agregando, Vicencio aguantó un balón que peinó Caballero, y se disfrazó de puntero por unos segundos para girar y centrar. El resto lo hicieron Christian Bravo, que arremetió con todo para meter un cabezazo, e Ignacio Lara, quien ingresado recién desde la banca, empujó la pelota en la boca del arco para empatar en el último suspiro y para guardar, bien escondida por ahora, la bandera blanca de la rendición.
Con un pequeño haz de luz, para San Luis aún hay Primera División. Y hay clásico con Unión La Calera el sábado para seguir con la llama de la ilusión encendida.
Todos contra Andaur y el penal brujo
Con las pulsasiones a mil, Braulio Leal descargó toda la bronca con el juez del partido, ya que el volante alegó que "el asistente que estaba a diez metros no dijo nada, y el penal lo cobra Andaur que venía a 40 metros de la jugada. ¡Esto no puede ser! Fue evidente que la mano de Manuel (Bravo) fue fuera del área".
Agregó que, "uno se arriesga que lo castiguen por hablar en contra de los árbitros, pero es que nos estamos jugando el descenso".
En tanto el DT Mauricio Riffo recordó que "estamos con un estrés muy alto, afortunadamente logramos controlar a los jugadores tras un mal cobro arbitral".