Chile se encuentra en un proceso de transición hacia el envejecimiento demográfico de su población. Para 2025 se estima que habrá cien adultos mayores por cada cien menores de 15 años. Este grupo de personas, que hoy vive más años, comienza a enfrentar enfermedades crónicas y degenerativas, físicas y mentales, en un contexto de mucha soledad y frecuentemente en medio de la escasez de recursos económicos.

Niños, adolescentes y adultos mayores, están teniendo cada vez menos instancias de encuentro. ¿Por qué no fomentar activamente el encuentro entre abuelos y nietos? (pueden ser propios o "adoptados"). Los adolescentes tendrían la oportunidad de oír historias llenas de riqueza y consejos cargados de sabiduría. Saldrían de sí mismos y podían aquilatar la oportunidad que significa una vida que recién comienza, llena de fortaleza, salud y juventud. En los niños, la paciencia y concentración se verían estimuladas por la necesidad de esperar con cariño que el abuelo comprenda cómo se sube una foto a Instagram, por la escucha atenta de una historia apasionante donde los problemas se resuelven sin computadores. Por su parte, la persona mayor podrá sentirse acompañada, útil, querida y estimulada mejorando su salud física, mental y emocional.

¿Cuántos de los problemas que nos preocupan como sociedad se verían aminorados si recordáramos que la familia y la sociedad la componemos todos: abuelos, primos, tíos, amigos, padres, hijos y hermanos? ¿Y que reunirnos es la mejor inversión de nuestro, cada vez más escaso, tiempo libre?

Jimena Santis, enfermera y

vocera de Voces Católicas .

La pregunta de ayer

¿Es el carnaval Mil tambores un "aporte cultural,

económico y turístico" para Valparaíso, como

argumenta la corporación organizadora?

De acreditarse su culpabilidad ¿deberían ser expulsados del sacerdocio los curas de la región que son

investigados por abuso sexual?

La reunión entre Trump y Piñera pasará a la historia, lamentablemente no por grandes anuncios en energía y ciber seguridad, Sebastián Piñera cometió más que un simple error le faltó el respeto a nuestro emblema nacional y el país anfitrión.

Para muchos el acto fue una "salida más de Piñera", pero debo reconocer con molestia que esto no es un error casual producto de una mala pronunciación o enredo de datos, fue pensado y asesorado, se pensó el fin de y cuando, pero de todo el cómo.

Tal como hace un par de años haciendo guardia de honor a Chávez, nuevamente Piñera nos hace pensar si realmente se deja asesorar, comprende las dignidad del cargo electo o simplemente su ego es más grande.

Francisco Sánchez.