Priscilla Barrera Ll.
Impotencia, humillación, tristeza. Todo se mezcla en las palabras de Yasna Cortés Cáceres, una joven de solo 31 años, madre de 4 niños, que con la idea de controlar la natalidad, decidió el año pasado someterse a una intervención de ligadura de trompas.
La que sería una simple intervención quirúrgica terminó convirtiéndose en un verdadero calvario que esta mujer ha vivido por casi un año. Según cuenta en su casa de la Población Argentina de Quilpué, durante la operación existió un error de procedimiento que la dejó con una fístula que dejó conectados el recto con su zona genital.
A pesar de la humillación que siente y el pudor que le provoca verse expuesta en los medios de comunicación por un hecho de esta naturaleza, la joven decidió hacer público su caso por dos razones: primero para tener de una vez por todas una respuesta concreta a su requerimiento médico y por otro, para que un caso como el de ella no vuelva a repetirse.
Espera
La joven reitera que solo luego de haber hecho público su caso a través de Chilevisión, recién entonces fue contactada por el director del Hospital de Quilpué, recinto donde se sometió a la intervención y donde se produjo este terrible error médico. Yasna sostiene que debieron transcurrir más de 9 meses para que le dieran una respuesta y una solución.
"Yo les supliqué porque ya en el primer control, 8 días después de la operación que fue el 12 de octubre, algo estaba mal. Durante el examen médico el doctor que me vio se percató de un líquido nauseabundo que me salía por la zona genital (...) Supliqué que me vieran con prioridad, que me operaran, supliqué porque me devolvieran mi vida. Estoy un año con una bolsa en el estómago para mis necesidades, no es vida para nadie", dice la joven.
Desde entonces, Yasna no ha podido retomar su vida: no puede trabajar, depende 100% de sus padres y hermanas para poder atender a sus hijos.
"Estos meses han sido horribles, me la he pasado llorando. Me arrepiento de haberme operado. Me he transformado en una carga", agrega la joven, que trabajaba como copera y asesora del hogar.
Su madre Rosario Cáceres no logra contener las lágrimas. Viven con una mísera pensión y el montepío de su pareja que es jubilado de Carabineros.
"Esto no se lo doy ni al diablo porque la dejaron discapacitada. Ahora tampoco sabemos si me la van a devolver sana, porque la operación que le van a hacer no es 100% segura, podría no resultar y quedar de por vida con esa bolsa", añadió Rosario, quien detalló que en todo este tiempo el hospital no ha asumido su error y que tras esta intervención quedó con diabetes, una hernia y un quiste.
Hospital de quilpué
Por medio de un comunicado el Hospital de Quilpué informó que "ha mantenido, a través de su actual dirección, contacto directo con la paciente, para expresarle la preocupación del establecimiento de lograr la mejor solución a su condición médica, con miras a que se le brinde la atención que requiere". "Con el fin de que la paciente recupere su calidad de vida, el establecimiento ha realizado todos los procedimientos clínicos necesarios, además de una primera cirugía luego de su complicación post quirúrgica, con un monitoreo permanente de su situación de salud". El informe agrega que "se han realizado las gestiones con la red de salud para continuar su tratamiento quirúrgico con subespecialistas del área coloproctológica en el Hospital Dr. Gustavo Fricke, establecimiento de mayor complejidad de la red, el cual será concretado en el más breve plazo y que ya fue coordinado entre ambos establecimientos". Yasna concurrió ayer al Hospital Fricke y le señalaron que es probable que sea operada en octubre o noviembre.