"Waribashi, la comarca infernal": triste y corrupta realidad
El cuarto libro de la Editorial independiente Crisantemo, ironiza sobre la cultura occidental, el doble estándar y la corrupción.
Una mirada crítica y ácida hacia nuestra cultura occidental y la contingencia es la que, mediante el uso del humor negro, va narrando a través de 161 páginas, el escritor viñamarino, Andrés García Lagomarsino en su cuarto título, el primero en este género: "Waribashi, la comarca infernal".
Distanciándose de sus trabajos anteriores: El Hada del Crisantemo, El Terremoto de Valparaíso en la prensa porteña de 1906 y Cuando te vi partir, García Lagomarsino se sumerge en éste, el cuarto libro de su editorial independiente, Crisantemo, en la realidad pura (impura) y dura y desde la ficción y la ironía busca hacerle frente de la mano de sus lectores.
"El libro básicamente lo que trata de hacer es ironizar sobre todo nuestra, podríamos llamarlo de forma un tanto ampulosa, cultura occidental, es ironizar el tema, ocupar humor negro y amplificar un poco las situaciones grotescas que vivimos a diario, por medio de una ficción bien extensa", anticipa el escritor.
"Waribashi, la comarca infernal" es la historia de un lugar que bien podría ser Chile, Argentina, cualquier país de Sudamérica.
"Es la historia de un lugar donde acontece todo tipo de inmoralidades con las que se relaciona el capitalismo moderno. Una persona te dice una cosa pero en realidad hace otra, donde las instituciones tienen que representar algo pero por debajo hacen otra cosa. Lo que está más en boga, desgraciadamente, que es el tema de la iglesia, un regente moral y por debajo pasaban todas este tipo de cosas que además se encubrían (...) De eso se ríe e ironiza el libro", añade García Lagomarsino.
La historia comienza con las indicaciones para llegar a este sitio llamado Waribashi y luego se centra en situaciones absurdas con líderes políticos inmorales.
"Es un poco reflejar la decadencia en la que estamos inmersos...es una triste verdad", reflexiona Andrés.
Esperpento
Un descubrimiento interesante fue el que realizó el escritor durante el proceso de corrección de su texto, el que reconoce fue altamente complejo.
Al tratarse de una narración muy descriptiva que él asimila a un permanente "zapping", llegó accidentalmente a descubir que existía un género literario denominado "esperpento".
"En el proceso de corrección, de búsqueda de sinónimos, descubrí este género literario llamado el esperpento, creado por Ramón del Valle Inclán y cuando leí la definición me dio mucha risa porque calza perfecto con esto: se deforma la realidad recargando sus rasgos grotescos y absurdos..y era exactamente eso", precisa García Lagormarsino insertando en un 100% su última creación en este género.