Porteña cayó de cabeza en una peligrosa escalera
Sufrió TEC complicado que requirió 35 puntos de sutura. Estructura no tiene barandas de protección.
Sara Chapa Velásquez está consciente que literalmente la sacó barata... que su accidente pudo costarle la vida.
Esta porteña de 47 años reside en el sector de Diego de Almagro, parte alta del cerro Yungay. El hogar que comparte con su hija se ubica específicamente en la escalera de la calle 13. "Siempre le he tenido miedo porque los peldaños se encuentran en malas condiciones, y lo peor es que no cuenta con baranda de protección. Por eso subo afirmada de mi hija".
Sus temores se convirtieron en una dramática realidad la noche del pasado miércoles. Cerca de las 21.00 horas ascendió por la estructura y en un descanso se detuvo a tomar aire. Faltaban unos metros para llegar su hogar, y debido al esfuerzo físico perdió el equilibrio y se precipitó unos cinco metros hacia abajo, azotando su cabeza en el pavimento en un segundo descanso.
Quedó consciente, con vómitos y sangrando profusamente del cráneo. Su hija fue a buscar ayuda de un familiar. Al no haber ambulancia fue socorrida por Carabineros y Bomberos, que la trasladaron hasta el hospital Carlos Van Buren, donde le diagnosticaron un TEC abierto complicado y un esguince en la clavícula y brazo derecho.
"Los que me atendieron estaban sorprendidos que hubiera sobrevivido por el corte que tenía en la cabeza. De milagro estoy viva", sostiene Sara.
La imagen es impactante en su cabeza. La extensa herida abarca desde la frente a hasta la parte posterior. La raparon para cerrarla con 35 corchetes y puntos de sutura. Quedó hospitalizada bajo observación durante un par de días, donde afortunadamente los exámenes revelaron que no había secuelas internas graves.
Terror
El fin de semana Sara fue derivada a su domicilio con reposo absoluto, con la indicación de fuertes analgésicos para los dolores, además de asistir a curaciones diarias a su consultorio más cercano.
Está con mareos post traumáticos. Le aterra transitar por la escalera donde se accidentó, y prefiere dar la vuelta por otra arteria más segura.
"Acá todos los vecinos coinciden en que está mal hecha, mal diseñados los peldaños, con material suelto y sin protecciones a los costados. Todos suben y bajan con miedo. Algunos me dicen que d emande pero no sé a quien. Lo único que pido es que el organismo responsable se haga cargo. Me pasó esto a mi y ojalá no le suceda a otra persona", afirmó Sara que a duras penas camina nerviosa por la temible escalera de la calle 13.