Priscilla Barrera Ll.
Mucho que aprender tenemos de los colombianos: su amabilidad, su optimismo férreo y su garra hasta el final. Características que ayer se hicieron más patentes que nunca durante la agónica disputa de la selección cafetalera contra Inglaterra en octavos de final en el Mundial Rusia 2018.
En los locales que poco a poco han ido dando color a la gris calle Esmeralda en el Puerto, los colombianos continuaron con sus quehaceres, pero hicieron partícipes a sus clientes del nerviosismo a la hora del partido.
Larga agonía
Agonía que se extendió más allá de los 90 minutos reglamentarios, con un alargue de 15 minutos por lado y un triste final a penales.
El epicentro de la cumbia futbolera fue el restorán "Fruta Fresca", donde el "¡vamos papi!" se hizo una sola voz cada vez que los cafetaleros se hacían del balón.
Los colombianos parecían estar en las gradas, al lado del nervioso James Rodríguez, el talentoso "10" que por una lesión quedó fuera de tan trascendental partido.
Tras haber logrado empatar a los 93', los cafetaleros llegaron con garra al alargue de 30'. Llenos de optimismo por las llegadas al arco inglés y un mayor dominio del balón en los primeros 15' adicionales, en más de una ocasión se les escuchó gritar adelantadamente el gol. Pero la agonía se extendería e Inglaterra se impondría en los 15' finales, sin que ninguno de los dos lograra el desempate.
A los penales
La definición a penales no arreció los ánimos. Con gritos y aplausos y un "sí se puede", los colombianos se encomendaron a todos los santos y saltaron de sus asientos cuando el portero David Ospina atajó el tiro del inglés Jordan Henderson. Pura ilusión, pero las siguientes dos fallas de los cafetaleros echó por la borda el paso a cuartos de final.
"Estábamos muy ilusionados, no se pudo. Colombia fue mucho más, luchó con todo lo que pudo pero no se pudo al final. Esperar otro mundial", comentó con fe Pascual Henríquez, quien hace solo 4 meses llegó de Cali a Valparaíso.
"Decepcionada no porque jugamos muy bien, dimos todo lo que más pudimos y perdimos por penaltys, no por un mal partido. Estamos muy bien, dimos lo que más pudimos que es lo más importante", destacó Mónica Araujo, también de Cali.
"Triste y contento a la vez porque mucho hicimos pero los resultados no nos ayudaron. Siempre pasa lo mismo en Latinoamérica, a dónde será que va el buey que no tenga que arar la tierra", dijo Alejandro Batalla, peluquero de San Luis de Quillota.