Pese a la lluvia, pescadores de El Membrillo celebraron a San Pedro
Hasta la popular caleta porteña llegaron autoridades, uniformados, religiosos, bailarines y familias. Tradición que desde hace más de un siglo en el Puerto congrega a devotos de la fe para festejar en romería al Santo patrono del mar.
Los goterones salpican fuerte, pero las vibras aquí siguen intactas. Esta vez, la ruta está húmeda. Lo que prometía ser una fiesta, literalmente, le llovió sobre mojado. Pero hay ánimo. Y mucha fe.
Mañana de domingo. Los peregrinos que van en procesión desde la iglesia en Playa Ancha por la festividad de San Pedro caminan portando a su Santo mirando hacia arriba. Las nubes están cargadas de agua. Su fe, como cada día, la depositan al patrono de la gente de mar, el protector de aquellas pintorescas caletas porteñas: la Portales y, en este caso, El Membrillo. Por eso, pese al mal tiempo anunciado y que puso alto a la siempre esperada procesión por mar, igual esos pescadores observan al cielo, en señal de agradecimiento.
La marea humana es baja. No tienen que preocuparse por chocar entre ellos. Ayer no se apreció aquel riachuelo de gente que se convierte en océano de personas hacia el desarrollo de la jornada.
Pero pese a todo, hay "fiesta" al interior de Caleta El Membrillo: uniformados, autoridades, bailarines, religiosos, pescadores y la figura tallada en lo alto de San Pedro, el fiel apóstol pescador de Cristo, reposa en la parte baja del recinto, mientras se preparan más de 500 merluzas.
Robinson Espinoza, del restorán Mis Nietos (local de pescadores artesanales) se adelanta al comentario bajo el chaparrón. "Ha estado malo, la gente no viene con este clima. Pero la tradición de San Pedro es hermosa, yo también fui pescador y vengo de una familia de pescadores. Así que le tengo fe al día".
Refugiado de la lluvia, para Carlos Cofré, pescador y dirigente de Caleta El Membrillo, el tiempo les jugó una mala pasada. "Dentro del gremio nos pusimos de acuerdo que al Santo había que sacarlo de la iglesia, aunque fuera una procesión por tierra y después una misa al interior en el recinto de la Caleta", desliza Cofré quien recalca que durante la semana se pensaba hacer una procesión hasta el Muelle Prat como es la tradición, "pero con la lluvia se suspendió eso, al igual que los bailes".
Elizabeth González aplica talento en la danza en un rincón con pasos que remiten al Norte Grande. De Playa Ancha, impone presencia con un atuendo de tonalidad clara con tintes oscuros, faldón estampado al malva y cabellera recogida en cola de caballo. "Siempre participo en las festividades. Pese a que no podemos ser parte de la procesión al Muelle, igual hacemos los bailes chinos en la Caleta", menciona sonriente.
Laura Zárate, hija de pescadores, no para de comer. Para ella valió la pena mojarse. Hay objetivo cumplido: "Estuvo bonito y precioso todo. ¡Trajimos a San Pedro!". Para Laura, lo importante es disfrutar "con la familia y compartir una buena merluza". Precisamente Manuel Marín es pescador desde hace 30 años. "Antes era de la Caleta Portales", acota. Hoy está a cargo de los fogones. Y lanza currículum: dice que antes trabajó como cocinero del Cap Ducal. Ahora, aquí aclara "soy el jefe del fogón". No para de dorar merluzas. "Tenemos contemplado freír unas 400 merluzas". Eso sí, tiene un lamento: "No pudimos sacar a pasear a San Pedro al mar. Todo se hará adentro de la Caleta El Membrillo".
Autoridades
El obispo Pedro Ossandón, de la diócesis porteña, estuvo presente. "Se hizo la procesión con mucha participación con los bailes religiosos y una fe muy grande de las familias de los trabajadores del mar". Y agrega: "Después celebramos la misa y el sindicato nos invitó a un encuentro donde pudimos compartir, además de agradecer el servicio relevante que le prestan a Chile. Lástima que no se puede hacer por mar por razones obvias".
Jorge Martínez, intendente de la Región de Valparaíso, se anima a unas palabras desde la Caleta El Membrillo: "El mal tiempo se ha mitigado: permitió que al menos en la mañana se pudiera cumplir con una de las actividades más importantes y emblemáticas de Chile en la Caleta El Membrillo con la procesión interna junto al obispo Ossandón, una misa con lluvia". Tras compartir con los pescadores, reafirma un concepto al paso: "Patrimonio intangible. Costumbres transmitidas por generaciones. Ha sido una actividad linda".
Zuliana Araya, concejala porteña, dice que se crió en esta Caleta, al igual que la Portales. Su llamado: ojo a la Ley de Pesca, igual que algunos dirigentes de acá a la pesca de amarre. "Ojalá que los pescadores sigan luchando", acotó Araya.
Marco Hurtado carga a su hija Clementina. Llegó a El Membrillo con su familia capitalina. "Compartir la tradición y conocer la cultura de pescadores".