Incautan arsenal de guerra destinado a delincuentes locales
Armas de fuego cortas y largas con mira telescópica, silenciador y visión nocturna, y casi 20 mil tiros de diversos calibres, tenía grupo de "cazadores, deportistas y coleccionistas" en un taller artesanal en el litoral central.
Inquietud generó en las autoridades de la zona el gigantesco arsenal incautado en el marco de una investigación por tráfico de armas de fuego.
En la denominada "Operación Cazadores", la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado (Brianco) de Valparaíso detuvo a cinco personas y recuperó armas de fuego y municiones, en su mayoría de uso militar y que están prohibidas para la comercialización.
"Este es el resultado de un trabajo de análisis conjunto con el Ministerio Público, principalmente con la Unidad de Focos, donde durante un proceso de un año de análisis de antecedentes finalizamos hoy (ayer) con este gran acierto policial, que permite evitar que una gran cantidad de armas llegue a poder de delincuentes", sostuvo el jefe regional de la PDI Región, prefecto inspector Sergio Muñoz.
La Brianco porteña estableció que la banda criminal operaba en el litoral central, donde bajo licencias autorizadas de cazadores, deportistas y coleccionistas, comercializaban de manera clandestina armamento de alto poder de fuego, así como munición y elementos de seguridad, actividad realizada dentro de un círculo cerrado de personas.
Las diligencias policiales se focalizaron en cuatro domicilios particulares -entre ellos una parcela- de las comunas de Algarrobo y El Quisco, donde se incautaron 5 escopetas, 5 fusiles, una subametralladora, 15 pistolas, 9 rifles, una carabina, un revólver y cerca de 19 mil cartuchos de diferentes calibres para armas de fuego cortas y largas automáticas, donde destacaba la calibre 9 milímetros HP, que provoca un gran daños a la víctima.
Solo un rifle con silenciador cuesta cerca de 2 millones de pesos. Toda la mercadería fue avaluada en una cifra superior a los 50 millones y se estima que las armas eran importadas desde el extranjero y en un taller eran modificadas de forma artesanal gracias a que los integrantes de la agrupación aparte de ser vastos conocedores de armas, tenían conocimientos en mecánica y soldadura.
Silenciador y láser
Llamó la atención de los investigadores los rifles con supresores de sonido (silenciadores) de larga distancia, como las que utilizan los francotiradores. Varios cuentan con miras láser e incluso hay una con sistema de visión nocturna.
También resalta dentro de la evidencia la presencia de cascos, escudos individuales y ariestes balísticos grupales fabricados de acero, similares a los que utilizan los grupos de asalto de carabineros y detectives en los allanamientos.
Se estima que la banda tenía la intención de comercializar los artefactos a bandas delictuales principalmente dedicadas al narcotráfico, las que podrían utilizarlos para caracterizarse de policías y así efectuar falsos allanamientos que en realidad son "mexicanas" o quitadas de droga.
José Uribe, fiscal jefe de la Unidad de Análisis del Ministerio Público, señaló que recibieron información de que en Algarrobo había un armero que proveía el poder de fuego a diversos delincuentes y tras meses de reunir elementos de prueba solicitaron las órdenes de entrada y registro.
Los cinco detenidos, que no registran antecedentes policiales, fueron formalizados en el Tribunal de Garantía de San Antonio. Tres, identificados como P.V.G., M.M.P. y J.P.C., fueron imputados de tráfico de armas y tenencia de armas y municiones ilegales. Quedaron en prisión preventiva por los 120 días de la investigación.
Los otros dos fueron formalizados por tenencia ilegal de armas y municiones con firma semanal y arraigo nacional. "Estamos investigando el origen de las armas y si hay más partícipes", sostuvo el abogado, que añadió que tras el juicio oral se definirá el destino de el gigantesco artesanal.