Desde Esval reiteraron el llamado a la comunidad a cuidar la red de alcantarillado, a través de un uso correcto y evitando acciones como abrir tapas de cámaras, conectar ductos de aguas lluvias al alcantarillado o arrojar desperdicios, que afectan el normal funcionamiento del sistema.
Nicole Valverde S. y Priscilla Barrera Ll.
Hace unas semanas, se desató una especie de histeria o psicosis colectiva en distintos sectores de Playa Ancha que estaban siendo afectados por fuertes y extraños olores. Se temía que se tratase de una fuga de gas, lo que finalmente fue descartado tanto por los equipos de emergencia que llegaron hasta los respectivos lugares, como por la empresa GasValpo.
El 7 de junio, cinco colegios fueron evacuados y suspendieron sus clases. Mientras que el viernes 15, otra alerta generó la evacuación de la parte baja de Playa Ancha, incluyendo el Hospital Salvador.
Todas fueron catalogadas como emergencias por presencia de material orgánico en los ductos, que provoca emanaciones que pueden resultar tóxicas.
La empresa sanitria Esval está a cargo de la mantención y servicio de las cámaras de desagüe. ¿por qué se produce la emanación de estos olores que asustan a la comunidad?, preguntamos.
Desde Esval respondieron que "en algunas ocasiones, se generan emanaciones de olores en las redes de alcantarillado públicas o particulares, que pueden tener diversas causas: mal funcionamiento o inexistencia de cámaras desgrasadoras en establecimientos educativos o restaurantes; descarga de aceites o alimentos en descomposición a la red de aguas servidas; u otro tipo de desechos".
Por este motivo, Esval desarrolla un programa anual de mantenimiento preventivo de colectores, que les permite enfrentar adecuadamente situaciones de emergencia generadas por la incorporación indebida de aguas lluvias, basura y otros residuos al sistema.
De hecho, solo este año el programa considera la mantención de más de 184 kilómetros de la red de alcantarillado en el Gran Valparaíso, con recursos que bordean los $1.200 millones.
De la mano a la mala manipulación de desechos, un aumento sostenido en el número de llamados por olores extraños han recibido en el último tiempo los Bomberos de la Ciudad Jardín. Los incidentes, a juicio de la institución, han ido aumentando, lo que no necesariamente representa una falla en los sistemas o las empresas.
Así lo sostuvo el comandante del cuerpo de Bomberos de Viña del Mar, Andrés Zavala, quien insistió, en todo caso, que siempre es mejor llamar a intentar otorgarse una respuesta sin un respaldo técnico adecuado. "Si la gente siente algo extraño, nosotros estamos para eso, siempre es mejor que llamen, nosotros les diremos si sí o no", planteó Zavala.
Si bien reconoció un aumento en el número de incidentes de esta naturaleza -fugas de gas u olores extraños que se perciben desde alcantarillas-, el jefe bomberil precisó que éstas no se deben a fallas en las empresas sino más bien a problemas en las manipulaciones o en las conexiones.
"Esto puede deberse a problemas de mantención, como puede ser el caso de las alcantarillas, o en la manipulación (en el caso de las tuberías), pero no atribuible a las empresas proveedoras de los servicios", planteó.
"Nosotros estamos para resolverles la situación, para responder a las emergencias, absolutamente preferiríamos que no pasara, pero entre que se abstengan y pueda tener consecuencias incluso fatales, es mejor siempre que llamen", reiteró Zavala.
El comandante del Cuerpo de Bomberos de Viña del Mar añadió que la institución cuenta con una compañía especializada y que disponen de instrumental para efectuar mediciones y establecer si existe emanación y si ésta es o no peligrosa para la salud de las personas.
De acuerdo a la estadística del Cuerpo de Bomberos de Viña del Mar, entre el 2 de mayo hasta el 20 de junio del presente año, se ha registrado un total de 50 concurrencias: 22 "llamado Haz-Mat" y 28 "llamado a gas".
Entre las emergencias, las más habituales han sido "olor a gas" y "fuga" o "posible fuga" de gas desde medidor, cilindro, batería.