Manuel Gómez Poblete

No están eliminados, pero -al menos sus hinchas más radicales (o quizás muchas veces, los más objetivos)- ya se sienten fuera del Mundial de Rusia 2018. Y es que tras la triste exhibición mostrada en el debut ante la humilde Islandia en Moscú (igualdad a uno), se pensó que la Argentina de Messi y Sampaoli mostraría algo más ante un rival ya de mayor peso como lo es Croacia.

El resultado final... un 3 a 0 rotundo para los europeos (goles de Rebic, Modric y Rakitic), lo que refleja la crisis absoluta por la que atraviesa hace ya bastante tiempo, la selección de Argentina.

Un papelón histórico que -entre otras cosas- avala y ensalsa los dichos muchas veces incendiarios de Diego Armando Maradona, quien, al margen del sentimiento, no daba ni un peso por el elenco de Jorge Sampaoli.

Y es que parece que la presión y el nerviosismo, tiene a los jugadores albicelestes, al bordo del colapso. Y nadie se salva... ni siquiera Messi, quien, lejos de convertirse en el motor de los argentinos, parece resignado y ya casi sumido en la tristeza, ya que como futbolista top... sabe y palpita que con este plantel, el sueño de levantar una Copa del Mundo esta cada vez más lejos. Y desde el banco, nos cambiaron al Sampaoli que brillaba, motivaba, contagiaba y convencía en la Selección Chilena.

Equipo frágil

Mientras el pleito se mantuvo 0 a 0 (hasta el minuto 52), argentinos y croatas eran protagonistas de un juego abierto, pero de no muchas llegadas a portería. Eso, hasta el grosero error del meta Wilfredo Caballero, quien, al tratar de devolverle un balón a Mercado... se la dejó "chanchita" a Ante Rebic, quien, de primera... la mandó a guardar. Y tras ello, lo más triste... con una suma de voluntades argentinas, pero sin ninguna línea de juego ante un rival que ambicioso, pegó otras dos estocadas mortales para el corazón de una Argentina que deberá esperar para lo que suceda hoy entre Islandia y Nigeria, para ver en qué situación está.

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