Sueño de la casa propia se cumple para mujeres víctimas de violencia
Conocimos la historia de Margarita, quien tras una historia de constantes agresiones, pudo rehacer su vida.
Margarita Gallardo estuvo casada 21 años. Contrajo matrimonio muy joven y a los 17 años y estaba embarazada. Tuvo tres hijos, y vivió una vida que ella pensaba "era normal, con altos y bajos, como cualquiera". Pero no fue hasta que se separó de su marido que Margarita se dio cuenta que había vivido violencia sicológica y económica.
"Él me engañó, y ese fue el motivo de nuestra separación. Nosotros vivíamos en una casa construida en el terreno de la casa de mis ex suegros. Y cuando fui al Sernam, ahí recién me di cuenta que yo había estado involucrada en un círculo vicioso de violencia, donde incluso yo tomé conductas agresivas para defenderme, pero para mí eso estaba normalizado", relata Margarita.
Violencia
Celos injustificados, dependencia económica, y mucha violencia sicológica, son algunas de las cosas que Margarita se guardó durante todos estos años, porque pensaba que "eso era normal".
Tras la separación, el ex esposo de Margarita la demandaba constantemente para bajar la pensión de sus hijos. La constante tensión entre ambos derivó en un episodio de violencia física, por lo que Margarita buscó ayuda en el Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género, donde la brindaron el apoyo y, según ella le ayudaron a abrir los ojos para quererse a sí misma, sacar fuerzas y darse cuenta que tiene la capacidad de ser independiente y salir adelante por sus propios medios.
El último episodio que marcó a Margarita y le dejó sumida en una tremenda tristeza fue cuando tuvo que salir de su casa.
"El maltrato que sigue después de una separación de los hombre hacia nosotras las mujeres, es el sicológico y económico. Lo primero que hacen es quitarte el apoyo de las lucas, incluso para los hijos que tienes en común. Es la manera que ellos tienen para seguir haciéndote sufrir. A mí me echaron junto a mis dos hijas de mi casa porque estaba en el terreno de mis ex suegros. Vendieron todo el terreno con las dos casas y mi hermano me recibió en su casa de allegada".
Nueva oportunidad
Margarita sintió que tocó fondo, estaba muy deprimida, hasta que surgió una nueva oportunidad que le permitiría volver a empezar y lograr el sueño de la casa propia.
Esto gracias a los subsidios de asignaciones directas, que tienen como objeto entregar una solución habitacional, transitoria o definitiva, a aquellos casos que -debidamente acreditados- se encuentren en una condición de marginalidad extrema o configuran una situación de urgencia habitacional.
Fue así que Margarita y otras cuatro mujeres que están en una situación similar y fueron víctimas de violencia, recibieron asignaciones directas de parte de la Seremi Minvu Valparaíso.
Ante la buena noticia, la seremi Evelyn Mansilla afirmó que "nos sentimos con el corazón lleno de alegría porque hemos podido darle una segunda oportunidad a cinco mujeres que lo pasaron muy mal y que hoy están muy contentas porque han recibido un subsidio del Ministerio de Vivienda y Urbanismo de manera directa".
Agregó que "en este caso en particular entregamos el subsidio DS49 del Programa Fondo Solidario de Elección de Vivienda para la adquisición de vivienda construida, por lo tanto ahora el paso a seguir, es que ellas busquen el lugar donde quieren vivir para aplicar este beneficio".