Con ecoladrillos, Patio Volantín reconstruirá su nuevo anfiteatro
El anterior fue desmantelado porque la humedad afectó la estructura hecha con maderas reutilizadas. Ahora, buscan materiales reciclados para levantar su espacio.
Mirian Mondaca Herrera. - La Estrella de Valparaíso.
Hace frío, e incluso, una sutil llovizna cae en Valparaíso, pero en el centro comunitario autogestionado Patio Volantín eso no ahuyenta para escapar a casa por la fresca tarde. Al contrario, el humilde espacio genera ese calor que muchos añoramos de nuestra niñez, cuando el invierno se pasaba en torno a una estufa, brasero o cocina, junto a una buena conversación. Por eso, no es de extrañar que por muchos vecinos del cerro Panteón y otros colaboradores venidos de otros sectores, el espacio sea visto como un segundo hogar.
Tras el comedor de legumbres, sopaipillas y pan amasado, que funciona con módicos precios ($1500) de lunes a viernes a contar de las 13.00 horas, Mario Saavedra y Guillermo Rowets, trabajan afanosamente para levantar lo más pronto posible el nuevo anfiteatro del lugar. Por eso, éste último, que también es el presidente de la junta de vecinos del cerro, comenta que "con lluvia, sin lluvia, con humedad o no, vamos a trabajar igual".
Reciclaje
Desde que el grupo se estableció en el cerro Panteón, aprovechando una propiedad que estaba abandonada y que más tarde fue arrendada por su dueño, los miembros del centro comunitario abogaron por la autogestión, el trabajo en equipo y, también, usar el reciclaje como una forma de habilitar el espacio.
Entonces y ahora, aunque humilde, el anfiteatro del lugar es un espacio trascendental dentro del lugar, ya que además de permitir desarrollar distintos talleres también recibe a artistas de la zona y el país. Por eso, hoy tienen la urgencia de habilitar nuevamente el sector trasero del recinto autogestionado, para que allí, pegado al cerro, pueda nuevamente ocurrir la magia del encuentro comunitario en torno a la música.
El primer anfiteatro de Patio Volantín se levantó con madera reciclada donada por un vecino que hizo cambios en su casa. Aquella construcción que duró cerca de 5 años, ya había concluido su vida útil, comenta Saavedra, "ya que la humedad, las termitas, en definitiva el clima de Valparaíso, hizo que se fuera deteriorando". Así, decidieron desarmarlo y, como todo se aprovecha, están usando los restos de madera para el horno en que cada jornada elaboran sopaipillas y otra exquisiteces.
Ahora, para evitar que el clima húmedo porteño carcoma rápidamente el nuevo anfiteatro, Mario, Guillermo y el resto de los integrantes del centro, optaron por levantarlo con ecoladrillos (botellas de plástico de 1 litro y medio de capacidad, rellenas con bolsas) y cemento. Rowets adelanta que, "haremos un hoyo aproximadamente de 30 centímetros en la base. Se rellena con cemento y de ahí, en vez de ladrillo, vamos a poner el ecoladrillo, colocándolos en escalón con el cemento". Colaboradores de la agrupación ya les donaron 1500 ecoladrillos, pero como el trabajo de construcción apenas está comenzando (partieron este lunes), todo material es bienvenido para estos jóvenes.
¿Con qué aportar?
Junto con los ecoladrillos, la construcción requerirá de planchas de zinc, madera (en especial tapas de 1,4), cemento, arena, gravilla, fierros estructurales o ventanas en desuso. "En el caso del zinc, de segunda mano, aunque si hay alguien que nos quiera donar nuevo, también es bien recibido (...) lo importante es que esté en buen estado".
Los materiales de construcción son esenciales (claro, sin ellos no hay nuevo anfiteatro), pero quienes no tengan elementos para donar o dinero, pueden aportar con su trabajo. Las dependencias del centro están disponibles para todas las personas que quieran sumarse a la iniciativa, invita Saavedra, ya que "más manos siempre son bienvenidas. Pueden ayudarnos, aportando con su tiempo y mano de obra (...) Acá las puertas están abiertas para todos los que quieran generar lazos comunitarios".
Por su parte, como buen artesano autodidacta y señalando un par de tambores metálicos que yacen a un costado, Guillermo, adelanta que los usará para fabricar algunas parrillas para vender y, así, generar recursos para el centro. "Si alguien nos quiere donar tambores grandes, también sirve. Todo es bien recibido acá", agrega.
Quienes deseen sumarse a esta iniciativa de construcción amigable con el medio ambiente, pueden dirigirse hasta las dependencias de Patio Volantín (Ecuador 378, Valparaíso) o contactarse a través de la página de Facebook: Patio Volantín o mediante el correo electrónico: volantincoop@gmail.com.