Camila Espinoza López
No sólo el frío hace sufrir en invierno, ya que el bolsillo también puede pasarlo mal. Para evitarlo, es clave organizarse bien para mantener los gastos controlados. "Por lejos, el ítem que más sube durante el invierno en las familias chilenas es la calefacción y, obviamente, es por las bajas temperaturas", dice Cristián Lecaros, director ejecutivo de Inversión fácil.
El especialista dice que se debe tener en cuenta que " a causa del frío y a que hay menos iluminación natural, la gente pasa más tiempo en sus casas, lo que también hace que suban un poco las cuentas de la luz, por el consumo eléctrico".
Por eso, para no pasar susto por gastos asociados a la llegada del invierno, la primera recomendación para las personas es hacer una planificación anual que considere más recursos en los meses fríos.
"La calefacción en general es cara en nuestro país y es un gasto extra que uno no tiene presupuestado para todo el año, por lo que sería recomendable hacer un presupuesto anual que considere este ámbito durante los meses de invierno", dice Lecaros.
Limite de invierno
Un punto clave para controlar su presupuesto es tener claro el consumo de energía mensual y cómo se calcula la tarifa en esta época. Uno de los conceptos que deben manejar es el de "límite de invierno", que "se aplica a los consumos eléctricos desde el 1 de abril al el 30 de septiembre", dice Jaime Pavesi, académico de la Escuela de Ingeniería electrónica de la Universidad Mayor.
"El límite de invierno se calcula como un promedio del consumo mensual desde el mes de octubre del año anterior y el mes de marzo del año actual, y se le suma un 20%. Aparece en la boleta y se mide en kilowatt hora (KWH)", dice Pavesi.
Hay que tener claro que la cuenta aumentará y se cobrará un recargo cuando los consumos sobrepasen los 430 KWH mensual y se supere el límite de invierno que varía en cada hogar.
"El límite mínimo aplicable es 350 KWH. Por ejemplo, si yo vivo en un departamento chico y mi consumo promedio es 200 KWH, mi límite de invierno no es 200 KWH, sino 350 KWH, porque ese es el mínimo", recalca Pavesi.
Luces y calienta-camas
El académico dice que una de las recomendaciones básicas para ahorrar electricidad en invierno es usar ampolletas de iluminación de bajo consumo y ahorro de energía.
"Apagar las luces y desconectar los aparatos que no se estén usando", añade Pavesi, también es útil.
Otra recomendación es usar calienta-camas eléctrico: "Consumen muy poca electricidad: 80 Watt, versus un calefactor que puede consumir 1500 Watt", dice Pavesi.
El hervidor
El hervidor se convierte en un aliado en esta época, por su rapidez para calentar el agua, aunque algunas personas lo usan en exceso.
Lo ideal, una vez que se calienta el agua, es guardarla en un termo si no se va a consumir inmediatamente o si sobra líquido, para así no volver a usar el hervidor.
Aunque si vive solo, no se requiere llenar el hervidor a su máxima capacidad. "Mi consejo es poner la cantidad de agua justa que se va a ocupar", dice Pavesi a La Estrella.
La secadora
El académico explica que uno de los artefactos que gasta bastante energía eléctrica es la secadora de ropa, por lo que hay que "tratar de regular su uso y usarla a plena carga".
Otra opción es poner en la secadora algunas prendas, y otras más pequeñas colocarlas a secar próximas al calefactor que tenga en el hogar, cuando esté encendido.
Hacer un mix
El especialista dice que no se debe concentrar el uso de los diferentes artefactos del hogar sólo en un régimen de alimentación eléctrica.
"Uno puede tener un mix: tengo un calefactor eléctrico porque es energía limpia y tiene termostato. Además, tengo una estufa a gas o parafina, y con eso distribuyo consumo".