Hermanas venezolanas lograron que "El Flauta" dejara de robar en Viña
El ladrón, reconocido por los locatarios, fingía que llamaba a su supuesta esposa por celular, mientras ocultaba los productos en una "caja biónica".
Durante años, los vendedores y locatarios de Viña del Mar han denunciado a un ladrón que, en el mundo del hampa, es conocido como "El Flauta". Es un hombre alto, de contextura delgada, que siempre anda bien vestido y portando una bolsa de Falabella. A veces la lleva vacía y otras, con una caja sin fondo que utiliza para guardar las especies que roba desde distintos locales del sector.
El pasado miércoles 25 de abril, la venezolana Yalania Belandria lo conoció personalmente cuando atendía la tienda "Objetos W" de Reñaca. "El Flauta" entró como un cliente más y le dijo que había regresado por una chaqueta que había visto hace una semana, cuando estaba atendiendo su jefa, Josefina Vidaurre. "Esa vez vino a mirar y a preguntar cosas. Dijo que quería comprarle algo a su esposa. Ese es su modus operandi", relata Yalania, quien es periodista de profesión.
Ese miércoles 25, "El Flauta" llegó temprano y le dijo: "Hola, finalmente voy a comprar la chaqueta que vi el otro día. Estoy esperando a mi esposa que se está estacionando". La vendedora no sospechó nada, hasta que le preguntó por el precio de las carteras. "Le dije que el valor estaba puesto debajo (con un adhesivo). Me dijo que no lo tenía, porque tuvo la osadía de sacárselo, entonces me volteé para buscar el precio en el sistema (notebook) y volver a colocárselo", dice Yalania Belandria.
Aprovechó descuido
"El Flauta", aprovechando que la joven le estaba dando la espalda, tomó dos carteras y las puso en su "caja biónica": una caja que al pasar por los sensores de las tiendas, evita que suenen las alarmas.
Yalania Belandria cuenta que mientras buscaba el precio, "El Flauta" fingía que hablaba por celular con su supuesta esposa, retándola porque se había ido para el lado del McDonald's. "Cuando corta, me dice que la va a ir a buscar y le digo 'okey, ve'. A lo que me volteo, me percato que las carteras de la parte de arriba no estaban", explica la venezolana.
Indignada, la vendedora cierra la tienda y sale en búsqueda del ladrón. No lo encuentra y llorando llama a su jefa y a su hermana Charlie, quien al igual que ella, trabaja atendiendo la tienda "Patro Chic" de la calle Central de Reñaca. Yalania le cuenta a las dos que el tipo era "súper alto, elegante, de lentes, zapatos puntiagudos y bien perfumado".
Te pillaron, compadre
El viernes 4 de mayo, Charlie Belandria atiende a una clienta que se está probando una blusa. En eso, entra "El Flauta" y ella piensa: "Qué extraño, primera vez que veo entrar a un hombre solo, sin esposa".
Acto seguido, le mira los zapatos. Ve que son puntiagudos y que además, anda con la caja en la bolsa de Falabella. "¡Es el ladrón que le robó a mi hermana el otro día!", se dice. Luego, cuando hace la llamada a la supuesta esposa, no tiene más dudas. "Todo coincidía con lo que me había contado Yali", asegura Charlie Belandria, quien estudió Administración de Empresas en su país, Venezuela.
La vendedora descuida a la clienta para ver si "El Flauta" va a usar su caja. Pero no roba nada. Sólo mira y consulta precios. Apenas se va, Charlie le comenta el caso a la clienta, quien al retirarse se topa con Carabineros y le pide que vayan a la tienda. Así fue como personal de la Tenencia Reñaca salió en búsqueda del ladrón.
A la par, Charlie le cuenta la historia a dos locatarios cercanos, hasta que en la vereda de al frente divisa al ladrón y empieza a gritar: "¡Es él, es él!".
Su jefa, Beatriz, que viene llegando tras la llamada que le hizo su trabajadora, también lo ve y el hombre que la acompaña lo alcanza y lo sostiene (vea la imagen de arriba). Carabineros se lo lleva detenido y felicitan a las venezolanas. Yaliana está contenta de ser un aporte, pero lamenta que haya chilenos como El Flauta: "Nosotras vinimos de lejos para buscar oportunidades y trabajar dignamente. Que una persona que está en un país que tiene todas las condiciones, venga a robar, me parece súper injusto".