Brasil, aunque les duela a los argentinos, es el país más importante a la hora de hablar de fútbol. Sus cinco copas mundiales son argumento más que claro a la hora de sostener tal afirmación. Sin entrar a la pelea de área chica, hay que decir que tienen a Pelé como su máximo referente, también para muchos el mejor jugador de todos los tiempos.
Esa historia de fútbol, ídolos y también crecientes ramas, como el balompié femenino -de la mano de Marta-, tienen su espacio en el Estadio Municipal Paulo Machado de Carvalho-Pacaembú, lugar en donde, en 6.900 metros cuadrados, sólo se respira fútbol.
El museo, que en su recorrido por las 15 salas temáticas te lleva por el césped, los camarines, bajo las tarimas y por espacios de educación, recuerdos (incluso los malos, como el Maracanazo de 1950), reglas y lo más nuevo del balompié, es visitado cada año por millones de personas.
Inaugurado en septiembre de 2008, tiene la inclusión como un sello especial. De hecho, es totalmente accesible para personas en situación de discapacidad y con movilidad reducida. Y si no entiende mucho de portugués, también hay audios en inglés y español.
tecnológico
Administrado por la organización social de IDBrasil Cultura, Educación y Deporte, y con el apoyo de empresas como Motorola, el museo ofrece también experiencias inéditas que ponen en valor, por ejemplo, relatos de distintos locutores radiales de un mismo hito futbolístico. También hay experiencias sensoriales que te permiten sentir la vibración de una galería repleta de público y el ambiente -humedad incluida- de estar en medio de la barra.
La tecnología es el sello del museo. De hecho, hay simuladores de juegos de fútbol -sin pelota física ni pasto de verdad- y hasta un arquero virtual que ataja tu disparo.
El recorrido comienza con un viaje por la historia del fútbol y Brasil. ¿Alguna vez se preguntó si el fútbol siempre fue el deporte del pueblo? La verdad es que no. Las imágenes de los inicios del fútbol en Brasil dan cuenta de hombres de cuidado bigote, que dan cuenta de un trabajo de salón. Esa es, explican en el museo, una clara muestra de que el fútbol era un deporte de la clase alta. "Era muy costoso mantener ese bigote sin ser de clase alta", explica el guía de nuestro recorrido.
En ese espacio hay fotos de los inicios del fútbol en Brasil y también elementos que obligan a sacar el teléfono para fotografiarlos: broches, botones, banners, juguetes, sellos y figuras. Es como trasladarse a esos tiempos.
Pelé tiene su espacio. Eso sí no es exagerado, pues en Brasil saben que el fútbol tiene ídolos, pero una historia mucho más rica que respetar. Y en esa historia, el museo también reconoce a 27 figuras del fútbol local. Ahí están Julinho Botelho, Didi, Zagallo, Gilmar y muchos otros.
Desde 2015, las mujeres también ingresaron en el registro con Ant y Martha, la última presente en la pasada Copa América realizada en Chile, y que ganó el cuadro carioca.
Pero no sólo hay radios y fotos, también videos que dan cuenta de la historia del fútbol brasileño. Y ahí, en uno de los monitores, el recordado "Gol Iluminado" que Elías Figueroa marcó en el Internacional de Porto Alegre. El registro que le dio el título al equipo en que militó el chileno está en una calidad inmejorable, original. Es el único registro, además de una publicidad del salitre nacional, que hace alusión a Chile en el museo.
Con cinco copas del mundo, un salón recuerda cada uno de los mundiales y marca los que ganó Brasil. El conjunto de imágenes no sólo muestra a los campeones, también da un contexto histórico. Fotos de ídolos, autoridades, o simplemente de la calle. No todo es cancha, también es historia, contexto, y eso el museo lo entendió a la perfección. El fracaso y la vergüenza del "7x1" contra Alemania en 2014 también está allí.
Pero en medio de tanta gloria la pregunta es innata: ¿dónde está el "Maracanazo", ese lunar negro en medio de la historia del fútbol brasileño? Un video recuerda esa final que Brasil perdió en su casa ante Uruguay. "Brasil había construido este mundial para ganarlo", parte diciendo el registro. Las imágenes dan cuenta del dolor en el estadio Maracaná de Río de Janeiro. Lo rostros de los jugadores, la pena del pueblo.
El recorrido es también para quienes son estadísticos y simplemente no saben mucho de fútbol. Reglas, formaciones, estrategias, datos del gol más rápido, y la goleada más ostentosa también se ofrecen en los pasillos. El museo es uno de los espacios necesarios por recorrer en Brasil.
Por los pasillos del triunfo y la derrota