Carla Olivares Rojas

El sábado recién pasado el pequeño A.T.Q. había cumplido su primer año de vida. Era el regalón de la casa y la familia le hizo una hermosa fiesta de cumpleaños.

Tíos, primos, abuelos y amigos se reunieron en la vivienda del pequeño ubicada en pasaje Las Heras en la población Aconcagua Sur, pero nadie sabía que era la última celebración familiar porque cuatro días más tarde el pequeño falleció en extrañas circunstancias.

El miércoles a las 03.20 de la madrugada, los padres junto al pequeño acudieron al área pediátrica de la Unidad de Emergencias del Hospital San Martín de Quillota, sin embargo, Andrew, ya no tenía signos vitales. Le practicaron reanimación cardiopulmonar durante 50 minutos, pero ya era demasiado tarde.

Causa de muerte

"El niño venía ya fallecido, no tenía signos vitales cuando llegó, pero inmediatamente el equipo médico que estaba de turno -tanto el Pediatra, el equipo de apoyo de Pediatría, anestesista, el médico internista y el cirujano- corrieron a hacer las maniobras de reanimación, las cuales fueron de 50 minutos aproximadamente, al cabo de los cuales se constató oficialmente el deceso del niño. Lo que llamó la atención en dicho momento es que el niño venía con alto contenido de líquido -aparentemente de leche- en la cavidad orofaríngea, lo cual pudo ser, presumiblemente, la causa de muerte", señaló el doctor Sergio Sánchez Castellano, Jefe de la Unidad de Emergencias del Hospital San Martín de Quillota.

Según indicó el médico, fue la tarde del domingo cuando el pequeño comenzó con las primeras molestias estomacales y ese mismo día la familia acudió al centro asistencial donde fue tratado por una gastroenteritis, cuyo cuadro mejoró tras la atención.

"El día martes acudió al Sapu, donde fue visto por presentar todavía vómitos y le bajaron la fiebre con compresas de paños húmedos. Con ello mejoró su cuadro, retornó a su casa tranquilo y después en la madrugada fue que vino a la emergencia con el cuadro anteriormente descrito. Pero, en todo momento, tanto el día domingo como en el Sapu se reportó que el paciente estaba dentro del límite normal, y que no había ningún antecedente de importancia en el cuadro del niño", explicó el doctor.

Se investiga

Pese a que los padres no quisieron referirse al tema directamente, la sospecha que tienen es por negligencia médica. Por lo anterior la causa radica en la fiscalía de Quillota donde se ordenarán las pericias que puedan determinar la súbita muerte del pequeño. Mientras eso ocurre, la familia prefiere recordar los buenos momentos y como fue el querido Andrew en vida.

Ayer, sus padres Constanza y Marcelo despidieron al pequeño con globos y aplausos. "Él era alegre, súper hiperactivo, siempre andaba sonriendo, nos sacaba sonrisas a todos, era travieso, pero amoroso, era de piel, le gustaba hablar, balbuceaba cosas, era un viejo chico y de repente era enojón", dijeron sus jóvenes papás.