Carla Olivares Rojas

En el cementerio municipal del cerro Mayaca de Quillota descansan los restos de Hashim Guerra Pérez, el pequeño de apenas 7 años que murió hace una semana luego de recibir un severo castigo por parte de su abuela, quien hoy está cumpliendo prisión preventiva en la Cárcel de Valparaíso.

Y es que nadie logra entender aún que este niño por disposición del Sename haya quedado al cuidado de Roxana Pérez Zamorano, de 52 años, quien finalmente terminó arrebatándole la vida.

Familia quebrada

Héctor del Canto, es hermano de Roxana y está tan atormentado como todos, fue el único de la familia que tuvo palabras para su sobrino-nieto en el cementerio.

"Sabemos que está descansando en los brazos del señor, sabemos que es un ángel y los propósitos de Dios no lo sabemos nosotros, solamente queremos despedir al niño con toda la alegría para que él se vaya contento", dijo.

Más tarde señaló que aún no logra hablar con su hermana, por lo tanto, desconoce qué fue lo que pasó aquel fatídico día.

"Se han dicho cosas que no son ciertas. Nadie sabe qué es lo que pasaba detrás de esa puerta y si alguien sabía por qué no denunciaron, esto se podría haber evitado. Aquí falló todo, nadie la apoyó a ella, estuvo todo mal hecho, aquí se quebró una familia completa, pero nadie ha hablado con ella porque estábamos en los trámites del niño y ahora tenemos que ver la tuición de la niña. Ahora tenemos miedo de lo que pueda hacer ella adentro o que me llamen y me digan que le hicieron algo. Se dijeron tantas cosas, pero yo no soy quien para criticar, aquí el único que puede enjuiciar es Dios. No sé que pasó por su cabeza, puede que haya tenido depresión no tratada, tal vez tenía otros problemas en la casa que todo suma. Ella no era así, se preocupaba del niño, yo la veía bien y que con él se llevaba bien, tiene que haber sido en que el momento se le juntó todo y reventó de la peor manera, aquí todos estamos sufriendo, pero no vamos a saber nada hasta que ella hable", dijo.

Descartan agresividad

La familia destaca que la mujer nunca fue agresiva como se ha dicho en la prensa y en las redes sociales. "Ella crió a sus hijas y a su nieto mayor prácticamente lo crió y nunca nadie se ha quejado de nada. Nunca han dicho que ella era golpeadora o que tenía mal trato con ellos. Ya lo hubieran dicho por eso que nadie sabe y cuando la veamos, vamos a saber la verdad, mientras tanto no podemos suponer", dijo otro familiar.

2 días después de la golpiza, el pequeño falleció producto de las heridas internas.

Detectives de la Brigada de Investigación Criminal de Limache, en el marco de la operación "Matriarcado", desarticularon un clan familiar compuesto por madre, hija y nieto, dedicados a la venta de droga en pequeñas cantidades en la Población Orval, en la comuna de Limache. El operativo permitió obtener antecedentes que indicaban que los detenidos, identificados con las iniciales C.C.J.J. (76), R.N.M.J. (49) y G.H.V.M. (39), comercializaban clorhidrato de cocaína, cocaína base, cannabis sativa y clonazepam, utilizando para esto un negocio de abarrotes como fachada para encubrir la venta ilegal de las sustancias ilícitas.

La policía civil además de sacar de circulación cerca de 200 gramos de droga, incautó munición y más de 3 millones de pesos en efectivo producto de las ventas.

Una desagradable experiencia pasaron dos jóvenes cuando llegaron hasta una empresa de aseo a postular a un trabajo: el funcionario que las entrevistó, abusó sexualmente de ellas, las manoseó y les tocó sus partes íntimas.

Según denunciaron a Carabineros, M.A.B.V., de 36 años, se aprovechó de ellas, las llevó a una oficina donde se encontraba solo y cuando debían llenar un documento, cometió el ilícito.

La primera afectada llegó la tarde del martes a la empresa ubicada en el centro de Viña. Ahí fue atendida por este individuo, quien la llevó a una sala y le pidió que se acercara y anotara sus datos en un papel. En ese momento comenzó a tocarle las piernas, senos y la besó en el cuello. La afectada se retiró asustada, pero no dijo nada a nadie.

Al día siguiente, pasado el mediodía, la misma joven va con una amiga de 20 años a la empresa con el fin de postular también al empleo. La atendió el mismo funcionario, quien la llevó a una oficina colindante a la empresa con la excusa de llenar un documento.

El tipo repitió la conducta del día anterior y comenzó a acariciar el cuerpo de la mujer, quien accedió por temor a represalias.

Pero cuando el imputado intentó tocar sus partes íntimas, ella se animó, le dio un golpe y escapó. Las víctimas dieron cuenta a carabineros motorizados que pasaban por la calle, quienes de inmediato detuvieron al ejecutivo, quien pasó a control de detención.