Déficit y ambiciosos proyectos en cuenta pública de Reginato
Extremas medidas de seguridad, invitados "calados" en Hotel O'Higgins y protestas en las afueras marcaron la tercera rendición de la alcaldesa de Viña del Mar.
Priscilla Barrera Ll. Mirian Mondaca H.
Escoltada por su jefa de gabinete, María Angélica Maldonado, la alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato ingresó entre aplausos a uno de los salones del Hotel O'Higgins donde además de adherentes, la esperaban los concejales, directivos, funcionarios municipales y prácticamente el gabinete regional completo.
Pasadas las 18.00 horas, la jefa comunal ingresaba sonriente. En las afueras y pese al amplio despliegue policial, manifestantes protestaban contra su administración, registrándose incluso conatos entre partidarios y detractores.
¿autocrítica?
Para los ediles de oposición las palabras de la alcaldesa en referencia a la grave situación financiera que enfrenta el municipio y que sin duda marcó su cuenta pública, fueron menos que suficientes.
"En el último tiempo hemos enfrentado situaciones complejas. Reconozco que pudimos haber hecho mejor las cosas y que tanto las causas como los efectos de esta crisis no las minimizamos, muy por el contrario, las tomamos como una gran oportunidad para corregir y mejorar la gestión interna y así seguir siendo fiel a mi permanente compromiso y total entrega a las familias viñamarinas", dijo la jefa comunal en alusión al déficit.
Tras estas palabras, la alcaldesa dio inicio formal a su cuenta, donde tras un detallado informe de inversiones en distintos ámbitos, enumeró una serie de ambiciosos proyectos en cartera, tales como una millonaria remodelación de la calle Valparaíso, la construcción de teleféricos para conectar el plan con los cerros y una nueva línea de metro que conecte Viña con Reñaca-Concón.
Tras más de una hora de discurso, la alcaldesa se retiró fuertemente custodiada por un grupo de personas que impidieron la labor de los medios.
Quienes sí se dieron tiempo para referirse a la cuenta fueron los ediles. Los de oposición esperaban más autocrítica, mientras sus aliados consideraron que existió la suficiente.
"Fue lo que esperaba, me sorprendió lo del Pladeco porque son proyectos a largo plazo, a 20 ó 30 años, una cuenta un poco fantasiosa. Faltó autocrítica, yo habría pedido perdón", dijo la concejal Laura Giannici.
Para el UDI, Jaime Varas, la alcaldesa efectuó un mea culpa. "Hay un reconcimiento de las complejidades que ha tenido la municipalidad", dijo el edil.
Para la PPD, Marcela Varas, la autocrítica no estuvo. "Yo esperaba de ella una autocrítica, pero ella lo único que hace es reconocer que hay una crisis en Viña del Mar, pero no habló nada de fondo", criticó la edil.
ánimos caldeados...
"¡Reginato, Reginato, te queda poco rato!", se escuchaba incesantemente fuera del hotel mientras en su interior la Cuenta Pública se desarrollaba sin mayores sobresaltos hasta que un grupo de manifestantes logró ingresar al salón. Paralelamente en el frontis del edificio una masa de viñamarinos provenientes principalmente de los cerros esperaban la salida de la alcaldesa, quien se retiró por una salida lateral.
Terminado el discurso de la autoridad comunal, los momentos más álgidos se vivieron cuando un par de personas con lienzos lograron traspasar al contingente de Fuerzas Especiales de Carabineros y llegar hasta el acceso del hotel, donde se produjeron forcejeos con algunas adherentes de la alcaldesa. Mientras tanto, otro numeroso grupo de manifestantes, acompañados por una batucada, se mantenían gritando consignas contra la actual administración municipal en plaza Vergara.
Como era previsible, las críticas de quienes protestaban estuvieron dirigidas a la gestión de recursos y al estratosférico déficit municipal. A pesar del caldeado clima, la manifestación sólo dejó un detenido.