Cinthia Matus O.
Como una herramienta para erradicar el bullying y fomentar la buena convivencia y el amor propio entre los estudiantes, Karen Wynands, creó "Muñeco Motor", una iniciativa que entrega mensajes positivos a través de diversos muñecos de trapo.
"La idea nació en septiembre del 2017 y ha sido aplicada en tres establecimientos municipales y tres colegios particulares de Santiago. Ahora, este año, la expandiré a la V Región y a otras regiones del país", dice Karen Wynands, quien estudió Asistencia Social en la Universidad de Valencia, en España.
Los muñecos, que miden 43 centímetros y están confeccionados con materiales reciclables, se dividen en 12 personajes como artistas, lectores y deportistas. Cada uno porta una caja con 70 tarjetas termolaminadas, en las que se pueden leer las siguientes frases: "Confío en mí y en mis capacidades", "Me acepto y me amo", "Merezco ser una persona amada" y "Acepto y amo a mis padres tal como son".
Karen Wynands las llama "afirmaciones positivas", puesto que "desarrollan, potencian y mejoran el autoestima y amor propio en los niños a través del lenguaje positivo".
La idea es que los niños las repitan día a día en sus colegios, para que empiecen la jornada con una actitud más positiva.
Neurociencia
Karen Wynands comenta que su propuesta genera cambios positivos a través de los pensamientos. "Creamos nuestra realidad a través de los pensamientos y así podemos mejorar el diálogo interior de los niños y enseñarles a amarse, tener confianza, seguridad, tolerancia, empatía, agradecimiento y sanas relaciones", explica.
Con este ejercicio, los estudiantes de entre 6 y 14 años, van integrando nuevas creencias, ideas y patrones de pensamientos acerca de ellos mismos.
La emprendedora afirma que además se basó en la neurociencia y la programación neurolingüística para modificar el comportamiento. "Unos de los postulados de la neurociencia es que podemos aprender nuevos comportamientos con nuestros pensamientos y acciones. La programación neurolingüística, por su parte, nos dice que podemos ordenar y modelar positivamente nuestros pensamientos a través del lenguaje y el poder de las palabras", consigna.
Con esta técnica, que se ha utilizado los primeros 10 minutos de clases en los establecimientos de Santiago, los niños aprenden a ser asertivos, asumir su poder personal y a tomar responsabilidad de su vida como creadores de su realidad.
Buena acogida
Gracias al trabajo que ha realizado en conjunto con sicólogos y profesores, Karen Wynands ha podido establecer que cerca del 70% de los niños de una clase responden positivamente a los muñecos. "Han disminuido las agresiones verbales y físicas, trabajan mejor en equipo y reconocen el valor de sus compañeros y el propio", dice. De los niños que no toman en cuenta las repeticiones, Karen Wynands dice que son "quienes más molestan a sus compañeros".
Para mayor información visite el sitio amate.cl.