La tarde de ayer en el Tribunal Oral en Lo Penal de Quillota se leyó la condena para Johnny Jorquera Sánchez, que el 4 de noviembre del 2016 estranguló con el cable de un televisor a su pareja Johana Soto Alarcón, de sólo 24 años, que estaba embarazada de tres meses, causándole la muerte. En total, serán 16 años los que deberá pasar tras las rejas, sumando los delitos de femicidio (15 años) y aborto (1 año).

Tras escuchar la condena, la madre de la joven, Johana Alarcón, salió rápidamente y en silencio de la sala del tribunal. Luego de algunos minutos, la mujer se mostró indignada con la decisión, asegurando que, "esperamos 40 años calificado, por último, 20 años, doble condena, si fue la muerte de mi hija y la de mi nieto (...) ahora matar a una mujer está de moda, porque donde saben que aquí la justicia no sabe nada, y no hace nada".

A pesar del descontento de la familia, el fiscal Ulises Meneses señaló que hay conformidad con la decisión. Esto porque, " el imputado tenía las circunstancias de atenuantes del artículo 11 número 6 y 11 número 9: había colaborado con la investigación al someterse a los exámenes de ADN, de pericia también documental y declaró en el tribunal".

Claudia Carvajal R.

Rando Ramírez Durán, cabo primero de la Segunda Comisaría Central de un momento a otro se convirtió en toda una celebridad en Facebook. Un transeúnte le sacó una foto justo cuando le daba un plato de almuerzo a un abuelito, que suele pasar los días en plaza Echaurren y que duerme en el Ejército de Salvación.

La imagen la subieron al sitio de Facebook Alerta Noticias y hasta ayer tenía 1.200 comentarios positivos por su solidaria acción y había sido compartido 1.500 veces. Incluso, a partir de esta misma publicación, diferentes personas se organizaron y armaron una campaña para ayudar a Don Luis, quien al parecer no tiene familia.

"Yo realizo servicios preventivos en Plaza Echaurren y a este caballero siempre lo veía sentado y sólo se cambiaba de lugar buscando el sol. A raíz de eso comenzamos a conversar y siempre le preguntaba si había almorzado o tenía sed. Con los otros funcionarios que estamos en la patrulla le compramos bebida y pan. Siempre lo hicimos de manera anónima, para que no se mal entendiera", relató el cabo porteño.

El día de la imagen, como siempre le fue a conversar y le preguntó si había comido. Don Luis le dijo que no, por lo que el carabinero cruzó y en un local del sector le compró papas fritas y un jugo, se las llevó y esperó a que se las comiera porque "los pillos de por ahí se las podían quitar", advirtió.

Cuando le avisaron que su imagen estaba en Facebook, Ramírez se preocupó, pensó que podría haberse mal interpretado su gesto, que en vez de estar trabajando estaba comiendo en la vía pública. "Menos mal que tuvieron una actitud distinta y valoraron lo realizado", destacó.

El padre del cabo Ramírez tiene casi la misma edad de don Luis. "Yo sé que a veces cuando las personas son viejas no están bien y pueden quedar solas", comentó.

El acto solidario motivó un reconocimiento del general de la V Zona, Nelson Valenzuela, quien pidió que le pusieran una felicitación en su hoja de vida, le entregó un regalo y le dio dos días de permiso adicional.