Las creencias populares respecto a estos productos son variadas, entre ellas, que atrofian los órganos reproductores.
Como ocurre con la mayoría de las temáticas que se asocian a la sexualidad, existen muchas creencias que se diseminan en las conversaciones con los amigos y cercanos; muchas de ellas con conceptos errados. Uno de estos temas que es materia de frecuente duda, sobre todo por el auge del fisicoculturismo en las últimas décadas es el efecto que pueden tener los esteroides anabólicos en la vida sexual.
Que se acaba el deseo sexual o que el pene y los testículos se achican, son frases que se escuchan con frecuencia. Juan Andrés Venegas, urólogo y docente de la Universidad de Valparaíso, es categórico en señalar que el uso de estos productos no afecta el desempeño sexual de ellos. Lo que sí podría ocurrir es que haya un encogimiento temporal de las gónadas.
El mayor problema en el ámbito de la sexualidad se genera, indica Venegas, cuando el hombre que consume esteroides anabólicos desea tener hijos. "Cuando se entregan estos esteroides anabólicos desde fuera, es decir exógenos, se inyectan, se toman o lo que fuere, el sistema interno del organismo se desequilibra (...) Si administras testosterona desde fuera estás subiendo los niveles de testosterona circulante y eso bloquea el hipotálamo y la hipófisis y bloquea la función del testículo (...) ahí el organismo va a interpretar como que hay mucha testosterona, provocando infertilidad porque no se producen espermios", detalla el profesional.
Si la persona ha consumido esteroides anabólicos por un tiempo prolongado existe el riesgo que la infertilidad sea irreversible, ya que, señala el urólogo, "en la medida que ese bloqueo de la función del testículo sea persistente, intenso y severo puede llegar a producir un bloqueo completo irreversible. Puede llegar a producirse un efecto permanente".
Siempre que un hombre vea afectada su fertilidad a causa del suministro de estos productos y quiera tener hijos, lo primero que se debe hacer es suspender su uso. El éxito en que se logre la reversibilidad de la infertilidad dependerá directamente de si la utilización de los esteroides anabólicos fue excesiva. Venegas detalla que "uno tiene que bloquear la administración de testosterona exógena primero y empezar a estimular la hipófisis y el hipotálamo y de a poco el testículo para que vaya produciendo espermios. Habitualmente es reversible en la medida que el uso de anabólicos no ha sido muy largo y en dosis altas, suprafisiológicas".
Hay que considerar que los esteroides anabólicos fueron desarrollados a fines de la década de los treinta principalmente para tratar al hipogonadismo, que es una condición en la que los testículos no producen suficiente testosterona para un crecimiento, desarrollo, y funcionamiento sexual normales. Pero el uso entre los fisicoculturistas se comenzó a popularizar años más tarde, debido a que se descubrió que facilitaban el crecimiento del músculo esquelético en animales de laboratorio.
Otros problemas
El urólogo enfatiza también que este tipo de productos tiene otro riesgo que incluso puede afectar la vida de quienes los usan: el cardiovascular. Venegas advierte que "hay estudios que se han hecho de forma científica que abordan los efectos cardiovasculares de estos niveles suprafisiológicos de testosterona. En gente joven no hay mayor riesgo cardiovascular, pero cuando es gente mayor, subir los niveles fisiológicos de testosterona si puede tener problemas graves".
En estos casos, explica, los niveles suprafisiológicos de testosterona generan un exceso de producción de glóbulos rojos y ocasionan "una sangre espesa que puede provocar un infarto cardíaco o cerebral, porque se producen trombos en la circulación", finaliza.
Mirian Mondaca Herrera
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