Charla del paso de niño a adulto: el peor error
Advierten que la clásica conversación sobre sexualidad de padres a hijos no debe verse
como un hito, sino que el tema debe tratarse paulatinamente.
Abordar la sexualidad y, en particular, hablar de sexo es un tema que genera ansiedad en la mayoría de los padres cuando se llega a la adolescencia. En esa etapa de la vida caracterizada por los drásticos cambios físicos y también de personalidad, habitualmente las últimas personas con la que los menores quisieran hablar sobre el tema es con sus padres. Es inevitable que el pudor esté presente y que se mantenga con matices incluso más adelante. Ya de adulto, ¿alguno se ha sonrojado cuando sentado junto a su mamá o papá viendo la televisión aparece una escena sexual? Aquello es una pequeña prueba de que la reticencia a tocar esos temas con quienes nos engendraron siempre está.
A pesar de esa cautela permanente, conversar del tema no es algo que se deba pasar por alto. Aunque sea incómodo, los padres son los llamados a dar ese primer paso. Alejandro Fernández, sicólogo y docente de la Universidad de Valparaíso indica que los progenitores deben adelantarse a los consejos que puedan recibir sus hijos en su entorno de amistades. Aquello evitará que se forme una concepción errada sobre la sexualidad.
Diez años
Si bien no existe una edad precisa donde por norma general se deba empezar a hablar directamente de sexualidad, a juicio de Fernández, lo ideal es que sea a contar de los 10 años. "Hay que hacerlo lo más tempranamente posible y es importante a edades temprana hacer una distinción entre lo que es la reproducción y la sexualidad (...) Lo importante es distinguir o desmarcar la sexualidad de la reproducción, porque nosotros vivimos en una sociedad donde la sexualidad no cumple sólo la función de reproducción y ahí es donde aparecen los riesgos con la experimentación que tienen los menores cuando no son guiados adecuadamente". El docente agrega que también es esencial que desde que el niño o niña comienza a hablar se debe tratar la sexualidad, obviamente ciñiéndose a cada etapa, porque "desde pequeños deben conocer su cuerpo, las funciones de éste, la interacción apropiada con otros".
La charla
El sicólogo advierte que lo principal para lograr que la aproximación de los preadolescentes y adolescentes a la sexualidad sea de manera adecuada es que los padres desde temprana edad la aborden con naturalidad y, aunque suela sonrojar, hacerlo un tema de conversación como cualquiera. En ese sentido, Fernández advierte que la clásica charla que prácticamente se ha institucionalizado en la crianza de los hijos que les dice a los adolescentes "ya eres un hombre o una mujer, es la peor práctica", indica. "Ese instante en que el padre o la madre generan un momento especial para explicar las cosas lo único que va a generar es incomodidad".
Fernández aconseja que el camino que se tome sea el de llamar a cada parte de su cuerpo como corresponde, sin eufemismos y que los padres se muestren como seres que a ellos los comprenden porque también pasaron por esa etapa. "La idea que deben tener los padres es que ellos no controlan la edad de inicio sexual de sus hijos, por lo tanto, lo único que pueden hacer es prepararlos para ese momento", finaliza el profesional.
Mirian Mondaca Herrera
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