Al estilo caturro
La escuadra wanderina consiguió un triunfo fiel a lo que el club representa. Con un tanto agónico y cargado de empuje, el Decano vuelve a abrazarse en Playa Ancha y por ahora continúa soñando.
Nicolás Arancibia Bórquez
Jugadores, cuerpo técnico e hinchas caturros presentes por la tarde de ayer en el estadio Elías Figueroa Brander, sabían que Santiago Wanderers entraba al campo de juego, antes de medirse a Rangers, en la última posición de la tabla de ubicaciones del torneo de Primera B. La obligación de sumar de a tres, se volvía más imperiosa que nunca, y es por ello que el triunfo conseguido de manera tan agónica, trajo consigo vítores que hace mucho tiempo no se sentían en el coloso de Playa Ancha.
Con mucho más fútbol que en sus últimas dos presentaciones, pero con sobretodo esa cuota de amor propio que siempre se le exige a los jugadores que visten la camiseta del Decano, los dirigidos por Moisés Villarroel doblegaron por dos goles a uno a un cuadro de Rangers, que si bien también tuvo méritos para poder traerse algo más desde Valparaíso, terminó sucumbiendo ante el oficio mostrado por un cuadro verde que de a poco está recuperando la memoria que parecía extraviada y que le permite hilar su segunda victoria consecutiva jugando como en casa, recinto que hasta hace poco solo le traía dolores de cabeza al equipo.
Dominio dividido
El juez Cristián Droguett hizo sonar su silbato y de inmediato, el elenco wanderino mostró el que sería su planteamiento de juego. Con un Manuel Villaobos que constantemente se retrasó en su posición para abrir espacio en la zaga talquina, Matías Fernández y Reiner Castro aprovecharon las bandas para comenzar a causar daño a través de centros al corazón del área. Un testazo del propio Villalobos cuando se jugaban once minutos, fue la primera aproximación de peligro de un cuadro wanderino que buscó siempre tener la pelota y con ella, incomodar a los dirigidos por Leonardo Zamora.
Los rojinegros, sin embargo, también tenías cosas que mostrar. La movilidad de los ex evertonianos Jorge Romo y Franco Ragusa, fue un problema que el Decano no supo resolver sino hasta entrado el duelo. Un remate de Ragusa en el cuarto de hora, y un remate a quemarropa de Cristian Pavez antes de la media hora, fueron las mejores aproximaciones del elenco oriundo de la séptima región.
El canterano verde Matías Fernández, respondió a las embestidas ranguerinas con un remate que tras el desvío del meta, golpeó directamente en el travesaño, ahogando el grito de gol de una fanaticada que estaba hambrienta de goles.
Llegan los goles
El premio para los wanderinos finalmente arribó cuando el reloj marcaba los 36' de juego. Luego de un gran taconazo de Villalobos, Luis García emprendió rumbo de frente hacia el pórtico de Rangers. Si bien el volante tenía la opción de tocar hacia el costado, prefirió disparar en la entrada del área, anotando de esa forma el primer tanto de un encuentro que, hacía suponer, se equilibraría hacia los porteños luego de poner el marcador a su favor.
En los últimos minutos de la primera mitad, desde la banca wanderina se dio la instrucción de cerrar el jugado hasta que llegase el descanso, cediendo la posesión al cuadro forastero. Así es como tras un pase de Ragusa, Rodrigo Gattas disparó desde el sector derecho de la defensa verde y empatar el lance cuando faltaba apenas un minuto para que se cumpliera el tiempo reglamentario.
Abrazos agónicos
Ya en la segunda mitad, Wanderers logró ahogar la salida de Rangers cambiando su esquema a línea de tres luego de que "Villita" decidiese gastar sus tres cambios recién en el minuto 56. Si bien se logró controlar el juego rojinegro, los verdes no lograban acercarse con peligro real hasta el pórtico visitante.
Eso hasta el minuto 89', cuando "con honor y con valor", como dicta el himno caturro, Ezequiel Luna roba un balón en su propia área y emprende carrera en un contragolpe. El balón le llega a Reiner Castro, quien realizó dos enganches en el área talquina para que, luego de que un zaguero de Rangers no pudiese despejar el balón, apareciera en soledad Enzo Gutiérrez para decretar el dos uno que acabaría siendo definitivo.
Con este triunfo Wanderers se aleja del fondo, y aún más importante, se inyecta de fe para seguir soñando con el ascenso.
nicolas.arancibia@estrellavalpo.cl