Sonrientes y llenos de ganas lucen los niños de la Escuelita Libre y Feliz, ubicada muy cerca del corazón de Villa Alemana. En medio de globos terráqueos, libros y juguetes, 23 niños y niñas, entre los 3 y 12 años, comienzan a dar sus primeros pasos en el mundo del conocimiento. Pasos que son guiados de una manera distinta, sin la siempre apremiante presión de obtener "buenas calificaciones".
¿En qué consiste?
Atender las emociones
Educar parte por casa
Su creadora, María Verónica Rodríguez, es profesora de educación básica. Sin embargo, sus más de 20 años de experiencia bajo el sistema formal, le hicieron ver que son muchos los ámbitos que se dejan de lado en el momento de formar a las personas. Es por ello que a principios del año 2000 esta villalemanina comienza a gestar un ideal, el cual se plasmaría en una nueva metodología de educación, basada en el fortalecimiento de la convivencia y el descubrimiento, la simplicidad y complejidad de las cosas. "El 2002 escribí el primer boceto de lo que es la metodología Lefebre Lever. Comencé a implementarlo en la educación tradicional, pero luego me di cuenta que en las escuelas no solamente estaba mi intención pedagógica de crear una nueva metodología, sino que además, estaba la visión del Mineduc y de los sostenedores con toda su fuerza. Entonces, el 2012, luego de tres o cuatro intentos de introducir esta metodología en el sistema tradicional decido descolgarme de la educación formal, y bajo el amparo de la Ley General de Educación, que permite la enseñanza no formal, comienzo, a modo experimental, dándole clases a mi nieta en mi propia casa", manifiesta.
Agrega que "después de ese primer año comencé con 5 chicos y pude implementar las bases de la metodología para poder ir creando las rutinas de aprendizaje. A fines de ese año, decidimos llamar a la escuela 'Escuelita', por los espacios pequeños; 'Libre', por la metodología de enseñanza; y 'Feliz', porque es lo que esperamos de los niños".
Sobre los detalles de esta modalidad, indica que "en la 'Escuelita' tenemos los niveles de kinder a cuarto básico, cada año subimos un nivel. Todo bajo la modalidad de exámenes libres según la normativa Mineduc. Funcionando de lunes a viernes. Además, los contenidos que se abordan son los indicados por el ministerio en sus planes curriculares nacionales".
Otra persona clave dentro de esta nueva y rupturista iniciativa educacional es Tamara Acevedo, coordinadora nacional de la Red Lefebre Lever, quien explica que "en estos momentos hay en chile cerca de 50 espacios libres y felices que abordan de manea exclusiva esta metodología".
Método que ha comenzado a ser exportado a a otras ciudades de Chile. Incluso hasta del extranjero han venido a conocer esta nueva modalidad. "María Verónica, como creadora de la metodología, comenzó a realizar charlas y diplomados. Por lo que acá han venido personas de diferentes lugares del país, hasta desde Bolivia, España y Alemania. Justamente, una persona que vino de este último país llevó la metodología a la ciudad de Mainz, en Alemania".
Entre las muchas características del Método Lefebre Lever, destacan el no tener calificaciones, el fortalecimiento de la compensión lectora y las terapias complementarias. Además, los niveles jeráquicos entre mediadoras y alumnos son eliminados para poner el énfasis en lasrelaciones horizontales.
La coordinadora, Tamara Acevedo profundiza al respecto que "esta metodología se basa en 6 pilares: 1° respeto a la biología, es decir, atender y respetar las necesidades del cuerpo y las emociones; 2° la cocrianza responsable, familia y espacio comunicativo deben estar en relación constante, para no separar la educación de la escuela y la del hogar; 3° filosofía transversal y permanente, para que los chicos y chicas aprendan a inferir y argumentar; 4°las neurociencias, esto es para eliminar el cortisol del cerebro infantil, es decir eliminar todas las situaciones de estrés, miedo y angustia, para poder generar espacios de alegría; 5° terapias complementarias. Por ejemplo, una vez logré juntar de las manos los contenidos del curriculum Mineduc y la metodología Lefebre Lever para complementar la educación, y, a través de una sesión de flores de bach o de pilates, logré que los chicos aprendieran a sumar. Finalmente la 6° es la investigación y la ciencia, a través de excursiones investigativas que realizamos todos los miércoles".
Dentro de esta nueva modalidad de educación, el factor afectivo y la atención pertinente de la emociones tienen un papel fundamental.
Quien está a cargo de realizar esa tarea es Paloma Acevedo, terapeuta ocupacional que pone un fuerte énfasis en el apego y la co-crianza en la formación de niños y niñas, indicando que "la premisa de todo esto es que no se puede hacer ningún tipo de educación si las mediadoras, padres o docentes no son capaces de involucrarse con los niños para calmar sus niveles de estrés. Estos pueden ser la tristeza, la rabia o ansiedad, es por eso que los adultos deben estar atentos a esas necesidades para contenerlas cuando surjan".
La educadora indica además que "de esa manera, cuando se contiene ese estrés, el cerebro de el niño y la niña vuelve a reactivarse para asimilar de mejor manera el aprendizaje, ya que esto es un proceso súper humano, donde las mediadoras tenemos a cargo grupos pequeños de niños permitiendo conocerlos mejor. Cuando llegan los recibimos con besos y abrazos, les preguntamos cómo están y escuchamos sus historias".
Y destaca: "A través de esa vinculación, cuando aparece alguna expresión emocional, que entre los pequeños surge de manera espontánea, el mediador o mediadora para su rutina para ayudarles a enfrentar la emoción. Los abraza, los contiene mediante diversas estrategias. La idea es que los niños no se sientan ignorados y sean atendidos, incluso importando más que las clases, respecto a sus necesidades emocionales".
Romina es una de las mediadoras con las que cuenta la escuela, pero primero que todo es mamá y apoderada de uno de los pequeños que componen el alumnado de la Escuelita Libre y Feliz. Desilusionada de la educación formal que ofrece la mayoría de los establecimientos, comenta que esta nueva experiencia, bajo la metodología Lefebre Lever "ha sido espectacular, ya que es muy distinto a cómo nos enseñaron a nosotros. La idea es salirse de las estructuras. Por ejemplo, el tema de los uniformes o los colores según género. Que el azul es de niño y el rosa es para niñas. Acá todos estudian en armonía y no hay peleas ni bullying como en las escuelas típicas. Si hay problemas se solucionan conversando".
Romina relata que "tuve a mi hijo en una escuela tradicional pero él es muy inquieto para ese sistema, él no tiene hiperactividad pero es un niño que molesta en una clase de 40 alumnos. Acá a las dos semanas de haberlo cambiado era otro niño, no se frustra, no se enoja y llega feliz".
Sin embargo, el ánimo de esta iniciativa no es dejar mal a las escuelas y a los profesores de la educación formal. "Sobre eso nosotras somos bien claras. Con esto no queremos decir que los profesores y las escuelas tradicionales sean malas, sino que simplemente, como hay tanta cantidad de niños y niñas en una sala, una sola persona no puede hacerse cargo de más de 40 pequeños, ya que los adultos y adultas no podrán conocer y acercarse nunca a las necesidades de esa cantidad de alumnos", concluye.