Las piernas son una de las zonas del cuerpo que más sufre con las largas horas de trabajo diarias y prácticamente todos contamos las horas para llegar a casa y despojarnos de los zapatos. Son estas extremidades las responsables de soportar el peso del cuerpo, por eso el cansancio es un malestar que no es extraño que aparezca.
Señales
Es más frecuente en las mujeres a causa de la acción de los estrógenos y los cambios hormonales que implican
procesos como la menopausia, el embarazo y la menstruación; aunque también puede ser señal de problemas
circulatorios, enfermedades del riñón, hígado o corazón. Se manifiesta con una sensación de pesadez e hinchazón, principalmente, en las extremidades inferiores o cuando al despertar por la mañana la cara se percibe inflamada.
Mirian Mondaca Herrera
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Si a ello sumamos que, en promedio, el 60% del organismo de un adulto está compuesto por agua, asoma un inconveniente agregado: la hinchazón por retención de líquidos (también llamada hidropesía o edema).
DESEQUILIBRIO
Es común que el agua está presente en los distintos tejidos del cuerpo, pero el problema ocurre cuando "existe un desequilibrio en el paso de líquidos entre el espacio dentro de los vasos sanguíneos y el espacio entre las células, ya sea por mayor salida desde el intravascular o menor reabsorción", acota Fabiola Flores, médico internista de clínica Vespucio.
Para que esta patología aparezca, influyen distintos factores, que van desde vivir en lugares donde el clima es muy caluroso o el uso de algunos fármacos como corticoides y anticonceptivos. Aunque también puede significar la presencia de males de mayor complejidad, como "problemas circulatorios, enfermedades del riñón, corazón e hígado" afirma la profesional. También entre más peso corporal o edad tenga la persona, aumentan las probabilidades de retener líquidos.
Sin embargo, junto a esos factores que se presentan de forma transversal tanto en hombres como en mujeres, se suma uno que ocasiona que ellas sean las más propensas a tener hidropesía. Flores detalla que aquello ocurre "por los estrógenos y los cambios hormonales que implican procesos como la menopausia, el embarazo y la menstruación".
Además de la sensación de pesadez e hinchazón en las piernas, esta inflamación también puede traducirse a la cara, especialmente al momento de despertar. A eso se suma el aumento de peso y/o del diámetro abdominal, sensación de debilidad o calambres y disminución de la orina.
Respecto al tratamiento, la profesional comenta que "consiste en el uso de diuréticos naturales o de origen farmacológico. De persistir, debe ser estudiado por un médico, para descartar causas orgánicas".
Para evitar sufrir de hidropesía, se recomienda alimentarse de manera saludable, con una buena cantidad de proteínas, y aumentar el consumo diario de frutas, verduras, y cereales.
Junto a esto se aconseja tomar mínimo ocho vasos de agua al día (el equivalente a dos litros), dentro de lo que puede incluirse té u otras infusiones de hierbas que tengan efectos diuréticos, como el perejil o el pepino.
Disminuir el consumo de sal y de aquellos alimentos que lo contienen en altas cantidades también es esencial. Los embutidos, las conservas, los quesos (a excepción de los quesos sin sal), los ahumados, el pan con sal, las pastillas de caldo, las sopas y purés envasados, las gaseosas, el alcohol y salsas como la mostaza, kétchup, salsa de soja y mayonesa, están dentro de la lista de los productos que deben restringirse. Asimismo se debe evitar el consumo de alimentos ricos en azúcares.
El ejercicio es otro aspecto fundamental, y se debe realizar al menos media hora al día, preferentemente con actividades físicas que ayuden a mejorar la circulación, como caminatas, bicicleta, baile o natación. Lo ideal es repetirlo al menos tres veces a la semana.
Finalmente, descansar de forma adecuada elevando las piernas, pero sin permanecer mucho tiempo sentado, y no utilizar prendas de vestir demasiado apretadas ayuda a aliviar el molesto problema.