Pescadores varados en remota isla sobrevivieron a pura langosta
12 hombres estuvieron cinco meses a la deriva en la isla San Ambrosio. Ayer fueron devueltos a Juan Fernández, donde contaron su extrema experiencia.
Fueron cinco meses muy duros para los 12 pescadores de la isla Robinson Crusoe, quienes desde octubre del año pasado estuvieron a la deriva en la isla San Ambrosio, ubicada a unos cinco días de navegación.
Pero ayer al fin ayer se acabó la angustia de sus familias, cuando vieron entrar en la bahía la embarcación Iorana que fue en búsqueda de los 12 hombres de mar, quienes permanecieron todos estos meses sobreviviendo y trabajando arduamente en las solitarias islas Desventuradas para extraer langostas, y así llevar el sustento a su gente que los esperaban con ansias.
Comían día por medio
Pasaron Navidad y Año Nuevo lejos de sus seres queridos. Y sobrevivieron gracias a la gestión de la Armada de Chile, que los abastecía con los víveres mínimos para alimentarse.
La Estrella pudo conversar con uno de estos valientes hombres de mar, el pescador Jorge Cuadra, quien además se mantuvo todo este tiempo junto a su hijo Bastián Cuadra, su compañero de faenas, de aventuras y desventuras en la mar.
Jorge se escucha tranquilo. Y es que tiene la experiencia de los pescadores antiguos. Es un hombre duro, que le baja el perfil a todo lo que tuvieron en un contexto bastante hostil, sólo para valientes.
"La Armada de Chile nos abastecía con víveres para una semana o tres días, entonces nosotros hacíamos que cundiera para seis días, por lo tanto comíamos día por medio haciendo almuerzo, y el resto dependía de cada uno, si pillaba pescado o langosta. Y el desayuno era langosta, y la once era langosta...", relata Jorge Cuadra.
Y agrega: "El problema es que la langosta tiene mucho colesterol. Entonces nosotros llegamos aquí con el colesterol en las nubes. Pero dentro de todo eso estamos bien, más tranquilos. La gente nos recibió bien y con mucho cariño".
Esperado reencuentro
Por su parte, Bastián Cuadra, pescador, compañero e hijo de Jorge, está más ansioso por viajar al continente y reencontrarse con su familia.
Mientras Jorge, tendrá que guardarse esas ganas hasta el mes de mayo, cuando al fin pueda abrazar a su esposa Elizabeth Chamorro y su hija, quienes permanecen en el continente por razones de salud de la niña. Y además, porque los pescadores necesitan vender las 2 mil 200 langostas que trajeron desde su extensa travesía en las islas Desventuradas.
¿qué pasó?
Respecto a las razones que los mantuvieron durante cinco meses en la isla San Ambrosio, Cuadra asegura que el empresario que en un principio les ofreció el trabajo, aún no se acerca para pedir disculpas o dar una explicación por lo ocurrido.
En ese sentido, Jorge aclaró cómo fueron las cosas. "El trato era que él nos iba a pagar las langostas por viaje. O sea que el 1 de octubre al 15 de octubre, eran 3 mil langostas por viaje. Esas 3 mil langostas por viaje se dividían en seis botes, y son 500 langostas por viaje que equivalen a 6 millones de pesos por cada bote. Pero eso nunca se pagó, estábamos todos con deuda de ese primer viaje. Y así fue la tónica, el primer viaje de noviembre tampoco se pagó. Y el segundo viaje de noviembre nos querían pagar solamente el 40%y después el resto. Pero nosotros ya necesitábamos tener dinero para nuestras familias. Entonces ahí dijimos que no porque ya nos debían mucho".
Y concluye: "Cuando nosotros ya queríamos venirnos, él nos dijo que nos las arregláramos como pudiéramos para salir de esa isla. Entonces nosotros costeamos el regreso, con plata que ganamos con otro empresario que nos compró langostas. Y nos demoramos porque el barco estuvo en reparaciones en Isla de Pascua".