Isabella Gálvez Olivo - La Estrella de Valparaíso

Enun basural gigante se ha convertido el contenedor de la calle Clave en Barrio Puerto, por el exceso de desechos y desperdicios abandonados en la calle y solera a su alrededor.

Los vecinos del sector están cansados de los malos olores y la llegada masiva de palomas y perros al lugar. Además advierten que la presencia de vagabundos o recolectores que abren los plásticos y esparcen más la basura, empeora la situación.

Denuncian de que la acumulación de bolsas no es problema del sistema de limpieza municipal, que se encuentra a una cuadra del lugar, sino de los mismos habitantes del sector que dejan la basura fuera del contenedor cuando está lleno.

Vía twitter, una vecina se contactó con la municipalidad de Valparaíso a una hora en la que la basura ya sobrepasaba los límites del contenedor. Aunque limpian en la mañana, a las 19.00 horas los residuos ya no caben en el espacio. Piden conciencia a los porteños, pues el problema es desesperante y lleva años acumulándose.

Vecinos cansados

Juan es uno de los jóvenes que padece por la acumulación de basura y desechos en la esquina de su casa.

"Hay varias carnicerías cerca que vienen a botar huesos y carne. Limpian siempre el contenedor, porque está aquí cerca el local de los encargados de limpieza. El problema es la acumulación de basura que la gente provoca", dijo el vecino, señalando que la falta de limpieza en el lugar ha sido un problema de años.

Por otro lado, pero con la misma incomodidad, se encuentra Hernán González, quien trabaja en el sector, pero vive en Viña. Dijo que ha presenciado cómo habitantes de otros sectores bajan en auto a dejar escombros, incluso cuando la basura rebasa el contenedor.

"El camión pasa temprano todos los días, el problema no es de la municipalidad. Lo que falta aquí es conciencia, de que la gente sepa que no puede seguir tirando basura cuando está lleno el lugar. Lo peor es cuando los perros y personas abren las bolsas y dejan todo tirado", dijo el hombre, quien trabaja a unos cinco metros del lugar de la denuncia en calle Clave.

Otro molesto vecino es Juan Muñoz, quien vive a un par de cuadras del lugar. Señaló que fue presidente de la junta de vecinos del sector, así que conoce de lleno la dificultad que tienen muchos porteños para respetar los horarios y espacios de los desechos caseros.

"La solución para esto ni siquiera es un contenedor más grande. Sino que hay que empezar a poner multas. La gente no se concientiza sino es porque le tocan lo más preciado: el bolsillo", dijo el hombre, deseando que la comunidad se una para combatir ese sucio calvario.

Municipalidad

Por su parte, la municipalidad de Valparaíso hizo un llamado a los vecinos para que cuiden profundamente su medio ambiente.

Alejandro Villa , encargado de operaciones de la municipalidad de Valparaíso dijo que "agradecemos la denuncia de los vecinos, y hacemos un llamado a que la gente haga visible estas faltas de respeto de algunas personas y locales comerciales con la ciudad y con los trabajadores del aseo, que todos los días cumplen con el retiro de residuos en este sector".

Iba a ser un domingo más para el reconocido restaurant porteño "Menzel", cuando la persona que llegó a abrir el local notó que habían sido robados durante la madrugada del domingo.

El teniente Juan Delgado, de Labocar de Valparaíso señaló que "este local fue afectado durante la noche, donde sujetos desconocidos ingresaron mediante la fuerza por una de sus cortina y sustrajeron la cantidad aproximada de $600.000".

El uniformado agregó a su vez que se está desplegando la investigación de rigor para establecer la identidad de los delincuentes.

"Nosotros en estos momentos nos encontramos levantando ciertas evidencias y muestras que van a permitir aportar antecedentes y verificar si es que hubiera alguna identidad posible", comentó.

Segundo robo

El dueño del icónico restaurant, que antiguamente fue una de las picadas donde Pablo Neruda degustó el caldillo de congrio, señaló que esta es la segunda vez en casi 30 años que son víctimas de un robo.

"Mi madre se dio cuenta hoy en la mañana cuando vino a trabajar y encontró un ventanal roto y todo revuelto aquí adentro. Anteriormente habíamos sufrido un robo hace como 28 años atrás. En esa oportunidad se quisieron llevar algo, pero no pudieron porque alguien avisó a tiempo", señaló Renzo Peirano, el dueño, agregando que en el sector ya se habían registrado otros robos. "Nos tocó", dijo.