Vincent Triviño: el niño prodigio del piano quiere estudiar en el extranjero
A sus 7 años ya ha viajado a Estados Unidos e incluso ha tocado con el pianista Roberto Bravo.
Belén Petit Saa
Comenzó a tocar y estudiar piano a los 3 años, hoy ya tiene 7 años y sus papás ya buscan financiamiento para continuar sus estudios en el extranjero.
Hugo Triviño, su padre, nos comenta los sacrificios que ha significado, para ellos, contribuir a que Vincent pueda sacar provecho de su talento, pero también dan cuenta de todos los logros que ha conseguido a su corta edad.
Temprano comienzo
Vincent Triviño comenzó a tocar piano en el Conservatorio de Música Serguéi Prokófiev de Viña del Mar. Desde ese entonces ha participado en aproximadamente 30 conciertos públicos, entre ellos, en el Teatro Municipal de Viña del Mar, en la Fundación Kaplan, Alianza Francesa, entre otros.
Su papá relata que "es un niño que tiene muchas aptitudes para la música, tiene oído absoluto, lo que es una condición natural, en donde puedes tocar una nota del piano y puede distiguirla con solo escuchar su sonido".
Su ambiciosa carrera
En el 2017, visitó la ciudad de New York becado por el Comité Deportivo Cultural de New York, presidido por Carlos González donde realizó una serie de presentaciones en Long Island, Condado de Nassau y la Embajada de Chile en New York,, para la celebración del 18 de septiembre.
En el último tiempo ha tenido el privilegio de tocar dos veces con Roberto Bravo, quien también lo destacó y le recomendó la actual maestra que está a cargo de sus lecciones en su tercer año de piano, la rusa, Victoria Foust,
También fue ganador del 27° concurso de piano Claudio Arrau 2017 y realizó su primer concierto como solista con la orquesta de Cámara PUCV en el Palacio Rioja.
Un sacrificio familiar
Los padres de Vincent hicieron una campaña a través de Kickstarter, una plataforma crowfounding para comprar un piano vertical para su hijo, pero sin buenos resultados.
Gracias a la gestión de Roberto Bravo y la estadounidense Mary Lou Kelley, además de aportes de ellos y conocidos lograron la suma de 2 millones 500 mil para comprar el piano.
Pero ese no ha sido lo único, "todo nos ha costado el doble y el triple. Ahora tenemos la beca del conservatorio y hay que llevarlo a La Dehesa, desde Viña, una vez a la semana, nos cuesta 140.000 pesos al mes., E implica también que uno de los dos, sea yo o su mamá que lo lleve, eso significa pedir permisos y es un sacrificio, sobre todo para Vincent".
Actualmente se encuentra estudiando desde la casa, ya que, según cuenta su padre, tuvo múltiples problemas en los colegios que estuvo, ya que en ninguno se le reconoció por su talento.
Mirando al extranjero
"Lo que esperamos obtener, es obtener ayuda del Gobierno para que el pueda estudiar afuera pero es un plan a uno o dos años más" cuenta Héctor Triviño.
Agrega que "fue la maestra Foust y Roberto Bravo que me dijeron que para niños así como Vincent, acá en Chile no hay lugares donde se puedan desarrollar bien. Si el tiene esta habilidad y nosotros no hacemos nada, solo estaremos perjudicándolo. El problema es tener un niño talentoso y no tener las lucas , que no las tenemos, para apoyarlo, puede hacer que muera su talento".
La Estrella de Valparaíso