Belén Petit Saa

Ni el intenso calor, ni la gran cantidad de gente que se apostó en cada rincón de la ciudad fueron impedimento para que los porteños y turistas comenzaran desde temprano a subir al cerro Cárcel. Después de mucho meditarlo, los asistentes escogieron a la Plaza Bismark como su centro de operaciones, principalmente para poder tener una vista privilegiada de la carrera.

Aunque no fue solo el ángulo perfecto para ver la carrera lo que hizo que los espectadores escogieran dicho lugar, ya que atractivos como el Salto Faro Azul congregaron a grandes y chicos para disfrutar de la actividad y a tomarse la calle, con cámara en mano, para tomar las mejores fotografías o para transmitir el evento en vivo.

En resumidas cuentas, Plaza Bismark se convirtió en una fiesta. Por una parte estaba el sector VIP del evento, pero quienes no tenían invitación, hicieron del parque su propio sector exclusivo, el cual los ayudaba a escapar del abrazador calor de la jornada o bien servía para descansar antes de bajar a ver la carrera en la parte baja del puerto.

Bismark tomó aún más protagonismo, pensando que avenida Alemania se convirtió en una estación que, por momentos, variaba entre espectadores y vehículos para luego ver pasar a los riders.

La Estrella de Valparaíso