Camión pasó a llevar un poste y dejó la escoba en av. España
Por más de dos horas los conductores aguantaron un taco desde el Jumbo hasta la Santa María.
Sebastián Mejías Oyaneder - La Estrella de Valparaíso
Que el poste no es nuestro, es de la Municipalidad de Valparaíso, que ellos se hagan cargo, dijeron los de Chilquinta, apenas fueron responsabilizados de ser los propietarios del poste que ayer cayó y dejó la escoba en av. España. El hecho ocurrió a las 15.20 horas, cuando un camión perteneciente a una empresa contratista, arrastró uno de los cables del tendido eléctrico que cruzaban la avenida actualmente sometida a reparación.
Así transcurrió la primera prueba de fuego para una av. España que estará en obras, más o menos, hasta mediados de este año. Un caos vial que involucró, por más de dos horas, a vecinos de distintos cerros y a aquellos que querían viajar hasta la Ciudad Jardín.
"Eso generó que un poste de alumbrado público que se encontraba en notable deterioro, ubicado a la altura de la Universidad Santa María, cediera impactando sobre un vehículo particular ocasionando daños menores y resultando ilesa su ocupante", aseguraron desde el Serviu.
En ese instante se establecieron medidas de coordinación con Carabineros, la municipalidad de Valparaíso y la Unidad Operativa de Control de Tránsito para mitigar los efectos de la alta congestión vehicular que se generó.
Efectivamente desde la municipalidad, como encargados del poste caído, asumieron los platos rotos. "Luego veremos con la empresa responsable del accidente, la situación de los gastos asociados a esto, pero hemos tomado las medidas para resolverlo lo antes posible", sostuvo Claudio Opazo, alcalde (s).
Lo peor para aquellos que querían viajar a Viña de Mar- la ruta a Valparaíso no sufrió inconvenientes- era la incertidumbre del desvío. Tomar la subida San Luis, luego tomar la av.Placeres y finalizar el recorrido hasta la av. España, a través del nudo Pellé.
Otro problema que se repitió varias veces, fue la discusión entre conductores por pequeños "topones", que terminaron alterando aún más el complicado recorrido del último día hábil de la semana. Eso atrasó más el trayecto que, a juicio de los conductores, aumentó más de quince minutos en relación a un día normal.