Mauricio Oyanedel V.
A sólo un día de comenzar la decimosexta versión del Valparaíso Cerro Abajo 2018, la prueba de descenso urbano más extrema de Chile, Felipe Agurto, uno de los máximos exponentes del mountain bike criollo, habló con La Estrella para dar a conocer sus expectativas en la previa de la carrera downhill.
El campeón juvenil del Canadian Open DH 2016, es la gran carta chilena para alcanzar un lugar en el podio en esta nueva edición. El oriundo de Curacaví confiesa que participar en la prueba es "una experiencia genial y es algo muy emocionante. Este sería mi cuarto año corriendo en el VCA y todo ha sido muy bueno".
Desde pequeño que 'Pipe' Agurto comprendió que los velocípedos y la adrenalina eran lo suyo. Subió a los 7 años por primera vez a una bicicleta para no dejar de pedalear hasta el día de hoy. Ahora, ya constituido como un rider hecho y derecho, el ciclista comenta que "mis primeros dos años en el VCA fueron como abridor de pista. Ahí solamente me dedicaba a bajar por la ruta para ver que todo estuviera bien y al año siguiente (2017) me dieron la oportunidad de poder participar".
El año pasado, en lo que fue su primera experiencia como competidor, el recuerdo de una maniobra en particular asalta la memoria de Felipe, ya que en medio de la serpenteante y escarpada ruta, ubicada entre las alturas del cerro Cárcel y la plaza Aníbal Pinto, se encuentra una serie de puntos que significan arduos desafíos para los competidores del VCA.
"El año pasado estuvo buenísimo, porque hubo un salto donde debíamos pasar por arriba de un bus. Era gigante, había que pedalear harto. Ese salto es el que más recuerdo", confiesa. Agrega cuáles son las sensaciones vividas por los riders en esas instancias: "No es de temor la sensación que se siente en ese momento, es solo adrenalina. Adrenalina pura. Además, con la presión que produce la gente que está alrededor uno se empieza a motivar y a llenar la cabeza con sensaciones".
Expectativas
Sobre las posibilidades de figurar entre los mejores de la competencia, el rider de 17 años espera -como muchacho de su corta edad- poder cumplir de buena manera sus anhelos. Eso sí, el curacavinano sabe que para lograr sus metas debe ir por parte. "Las expectativas para este año son pasarlo bien, disfrutar y meterme dentro de los mejores cinco puestos. Aunque tengo las ganas de pelear por el podio", indicó. En la misma línea, al ser consultado sobre cuál es el rival más duro que presentará, Felipe no se demora ningún segundo en responder que el gran favorito de la carrera es "el checo Tomas Slavík, él es el último campeón. Es el más brígido que hay", confiesa.
Este año la competencia contará con 35 competidores, tanto nacionales como extranjeros. Además del campeón vigente, destaca la participación del alemán Johannes Fischbach, ganador de la prueba el 2016.