Máquinas de azar: acusan falta de fiscalización en patentes
Agrupación de Dueños de Locales de Máquinas de Habilidades de Valparaíso apunta a "tragamonedas" extranjeros. Municipio: en las últimas semanas, seis locales se clausuraron.
"Es como si la vida dependiera de una jugada. Mi mundo gira en torno a estas maquinitas. A veces vengo de día. De noche, casi siempre". La revelación corresponde tal vez a la radiografía de un asiduo (la palabra adicto le fastidia) cliente de las llamadas máquinas de habilidades. ¡Bingo!
Máquinas de azar que aquí en Valparaíso cuentan con 27 patentes legales para sitios conocidos en la jerga popular como "tragamonedas". ¿Y para qué quieres saber?", lanza inquieto el pensionado bajo el anonimato que opta por mantener a la jugada.
Anonimato que también tiran a la "bronca" algunas señoras ataviadas en pulseras y perfumes. También los supuestos encargados de estos establecimientos que irrumpen como hongos en el plan porteño. Encargados -o dueños- en su mayoría con acento foráneo.
Juan Olivares está inquieto. La situación pareciera sobrepasarle. Y acusa tener un por qué: Juan Olivares es vicepresidente de la Agrupación Gremial de Dueños de Locales de Máquinas de Habilidades. Revela lo que a su criterio es también de conocimiento del municipio de Valparaíso: que varios recintos funcionan sin patente.
Cuenta que se inició en esta actividad comercial hace 13 años. Que posee un negocio establecido "con todas las cosas normales que se exigen", ubicado en Bellavista; que opera con horario limitado, de 10:00 a 22:30 horas.
Su preocupación, de un tiempo a esta parte -asegura- es que se han venido instalando negocios rimbombantes cuyos propietarios son extranjeros: de nacionalidad china y colombiana. "Ellos se instalan sin la patente respectiva o patentes de cualquier cosa que no corresponde al giro, y eso es sancionado por la ley de ventas", aclara de entrada y reitera: "Sin estar regulados".
Ante el anzuelo verbal, cae la pregunta. ¿Cómo funcionan estos locales? Olivares expresa molesto: "llegan y se instalan". El modo operante: sacan una patente de venta de repuestos de autos y con esa patente abren el negocio. "La llenan de máquinas. Lo que no corresponde".
A diferencia de las 30 máquinas de habilidades que dice poseer Juan Olivares, estos locales con sello extranjero pueden llegar a albergar hasta 140 maquinitas de destreza. "Son verdaderos casinos. Entregan premios en dinero, especies, sorteos todos los días, ¡regalan plata!". Olivares explaya: "Se asemejan a los casinos, lo que nosotros nunca hemos hecho... diferenciarnos, nosotros no nos consideramos un casino, está prohibido".
Sobre qué ofrecen las salas de juego establecidas, Olivares contesta que en su caso pasa por bebidas, dulces, nada más que eso. "No sé si ellos venden tragos". Y su alegato: "Si no tengo la patente, ¡me clausuran!", dice Olivares, con un agregado: "Contraloría ha hecho catastros".
En un paneo por Valparaíso, allí asoman algunos de estos enclaves de máquinas de azar extranjeros en calle Condell en las numeraciones 1331 y 1417. También en Pedro Montt. Luces y lujos. Sonidos y apuestas, tras la vitrina.
Municipio
Como en un cara y sello, la contraparte responde. A juicio de la Municipalidad de Valparaíso, su direcciones de comunicaciones manifiesta que en esta materia fiscalizan de forma permanente y producto de eso, hace unas semanas fueron clausurados cerca de seis locales de estas características. ¿Razón? La patente obtenida no corresponde al giro comercial del lugar. Incluso, enfatizan desde el municipio, algunos de estos locales "rompieron los sellos de clausura lo que fue denunciado a la Fiscalía y el proceso ya está en manos de la institución judicial que deberá determinar los siguientes pasos y acciones a seguir".
Por su parte, aclaran que no han tenido problemas en el marco de la fiscalización. "Hasta la fecha, no hemos detectado venta de alcohol en alguno de los locales. Los horarios se ajustan principalmente a los que tiene el comercio local". Ahora, especifican que esto no quita que en algunos de ellos (locales) pueda haber consumo de alcohol o la vulneración de otra normativa, "por tal motivo nuestra fiscalización será cada día más aguda con el objetivo de hacer cumplir la norma". Con respecto a las ordenanzas -aducen desde el municipio- que siempre están en revisión: deben ajustarse a la realidad y buscan normar la convivencia adecuada en un territorio. Para este proceso añaden que son fundamentales las diferentes comisiones que componen los concejales, como es la de Régimen Interno y el mismo concejo municipal cuyos integrantes finalmente deben aprobar los cambios a la ordenanza actual.