EL BAUTIZazO
Ya son oficialmente parte del primer equipo. Los juveniles Benjamín Silva y William Gama recibieron el tradicional bautizazo futbolero con nuevos cortes de pelo. ¿El peluquero? Nada más ni nada menos que Mauricio Viana.
Ya son oficialmente parte del primer equipo. Los juveniles Benjamín Silva y William Gama recibieron el tradicional bautizazo futbolero con nuevos cortes de pelo. ¿El peluquero? Nada más ni nada menos que Mauricio Viana.
El fervor, la pasión y la entrega del hincha muy pocas veces son premiados por los clubes a los cuales, domingo a domingo, la gente apoya sin cesar.
Este no es el caso de San Luis de Quillota, club que hace varios meses está realizando diversas campañas para acercarse a su gente, y que hace unos días le dio la sorpresa más linda de todas a uno de sus fanáticos más fieles.
La historia es la siguiente: en junio del 2017, don Juan Alarcón Alarcón llegó en su bicicleta a la sede del club canario, pedaleando desde Calle Pinto, muy cerca del Lucio Fariña Fernández. Con 83 años en ese entonces, se acercó a a las ejecutivas del elenco dirigido por Miguel Ramírez y comentó que esa sería la última oportunidad en que se abonaría, puesto que el paso del tiempo ya le jugaba en contra.
El destino parece que le tenía reservadas varias sorpresas a don Juan, ya que en ese entonces se llevó una camiseta de regalo por convertirse en el abonado número mil de la escuadra amarilla, premio que no fue considerado suficiente para los regentes canarios.
Así es como en el marco de la nueva campaña de abonados 2018 de San Luis (que ya suma cerca de 400 inscritos), es que la Gerente General de San Luis de Quillota, Camila Durán, y el Gerente de Administración y Finanzas, Camilo Campbell, llegaron hasta el hogar de don Juan para hacer entrega de un reconocimiento a la altura de la pasión que demostró al abonarse en la pasada campaña del club.
Rodeado de su esposa, hijos y nietas, quienes habían actuado como cómplices para que el hombre recibiese su sorpresa, es que se le hizo entrega de varios presentes alusivos al club, pero el más importante, fue una credencial de abono vitalicia, la segunda en toda la historia de los quillotanos. Eso porque hasta ahora, la única persona que tenía aquel mérito, era José "Pepe" Silva, histórico jugador y funcionario del club que sirvió por más de 60 años, desempeñándose como central y luego como masajista, paramédico y aguatero del equipo.
No todo se queda en la labor social cuando se trata de San Luis de Quillota. El elenco amarillo se ha consagrado como una de las escuadras que mejor fútbol práctica en las canchas nacionales. No obstante, en Quillota no están conformes con lo demostrado hasta ahora y por ende, su objetivo de cara al 2018 es claro: clasificar a un torneo internacional. En el pasado campeonato de Transición rozaron la hazaña, pero la pérdida de puntos importantes en las últimas fechas los privó de renovar pasaportes.
Kevin Egaña, Carlos Escobar, Andrés Robles y Christian Bravo, sumados además a la renovación de uruguayo Mauro Caballero, son hasta ahora las incorporaciones que lucen los canarios.
Seguramente cuando Sebastián Rivera viajó junto a su esposa rumbo a Valparaíso en aquel 21 de diciembre de 2017, no tenía idea que presenciaría una escena tan triste que, al mismo tiempo, definiría su futuro futbolístico.
"Yo tuve a fortuna, o como quieran llamarlo, de estar ese día del descenso. Vine a ver a un amigo que juega acá y sufrí con el partido. Sufrí porque quería verlos triunfar, con mi señora veníamos esperanzados en que saliera todo bien, y después celebrar junto con mi amigo. Fue para no creerlo, como una película de terror", confesó el volante que hasta ese momento pertenecía a las filas de Curicó Unido.
Así es como obra el destino. A veces nos pone en situaciones que terminarán definiendo nuestro futuro y este fue el caso. Veintidós días más tarde de aquella "película de terror", Santiago Wanderers anunciaba el arribo de Rivera para ser parte de la nueva camada de jugadores a cargo de liderar la "operación retorno" de la institución.
¿Cómo se dio la negociación con Wanderers? El mismo Rivera nos lo explica con peras y manzanas. "Yo terminé mi contrato laboral, no hubo negociación allá en Curicó, tenía varias opciones de seguir jugando en Primera, pero mi representante se juntó con el profe, mi nombre creo que les agradó y cuando se dio la oportunidad de venir acá, no lo dudé ni un poco porque Wanderers es el candidato a volver a donde pertenece".
Sebastián Rivera ya se encuentra entrenando en doble jornada junto al resto de sus compañeros. Su contrato es por todo el 2018, año en que pretende traspasarle a sus nuevos compañeros la experiencia que ha ganado en Primera B, donde suma un ascenso con San Marcos de Arica.
"Esta categoría es súper fuerte, hay equipos que empujan y empujan y con eso les basta para estar luchando en la parte de arriba. Como jugador experimentado en esta división, tengo que contagiar al resto, darle los tips a los más jóvenes de lo que es la división, y tratar de que nos vaya bien porque a eso vine", sostuvo el mediocampista que disputó 10 de los 15 duelos de los albirrojos en el pasado Torneo de Transición.
Pese a que tiene un buen recorrido en el balompié nacional, el mediocampista de 29 años aprovechó de dar luces de lo que es su juego, indicando que "puedo cumplir muchas funciones. Me ha tocado jugar en muchas posiciones: de lateral, de puntero, de enganche, de contención, y yo creo que acá hace falta la pierna firme, de correr, de meter, de trancar hasta con la cabeza. Eso es lo que yo vengo a aportar a Wanderers".