Matemática del amor: tener 12 parejas antes de encontrar la ideal
Doctora australiana, Clio Cresswell, asegura que hay más probabilidades de que una relación sea exitosa a partir de la número 13. También argumenta que cuando se encuentra la media naranja ideal, el físico es secundario.
S e dice que los seres humanos actuamos impulsados por distintas motivaciones que son muy personales y subjetivas, pero que la esencia de todo lo que hacemos se basa en el amor. Entonces, el amor sería como el motor que nos mueve en la vida, y que a falta de éste -en cualquiera de sus expresiones- la vida no tendría sentido.
Esta idea puede parecer muy romántica, y un poco cursi, pero hay una mujer que se la tomó muy enserio, y motivada por esa incesante búsqueda del amor -y el ser amado-, descubrió la fórmula para encontrar la pareja ideal.
Tal como lo oye, la australiana Clio Cresswell, doctora en Matemáticas de la Universidad de Sydney, resolvió la ecuación del amor, cuyo resultado -como todo ejercicio matemático- nadie se lo esperaba: hay que tener 12 parejas antes de encontrar la media naranja ideal.
12 parejas
En conversación con La Estrella de Valparaíso, la experta destacó que el resultado de la ecuación de tener 12 parejas antes de establecerse con una definitiva, no sólo tiene que ver con parejas sexuales, sino que dependerá de la persona cómo va a aplicar esa regla, que más que nada genera una idea a través de un patrón que se repite.
Y, ¿cómo se llegó a ese resultado?
"Utilizamos patrones para entender cuáles personas tienen más posibilidades de estar juntas", respondió Clio Cresswell.
Y agregó: "Para mí sí tiene que ver con 12 parejas sexuales antes de encontrar la ideal. Para ti... tú decides. Es algo muy personal".
En ese sentido, aclaró, que tampoco quiere decir que las matemáticas te digan qué es lo correcto y qué no. "Sino que en este mundo necesitas tener 12 parejas antes, lo que es suficiente para mostrarte lo que es correcto para ti. Así puedas ser una musulmana estricta, o una católica estricta, eres tú quien finalmente decide".
Y añadió: "Pruebas 12, y luego escoges la siguiente mejor opción de tus otras aventuras, que puede ser la número 100", comentó entre risas.
75% de éxito
Otros de los resultados obtenidos por Cresswell es que hay un 75% de probabilidad de éxito a partir de la relación número 13 en adelante.
Pero ojo, esto tampoco quiere decir que la pareja número trece sea la ideal, sino que es relativo en cada persona; puede ser la 13, o la 15; la 20, 50, 100, etc. Usted saque sus propias cuentas y conclusiones. Finalmente cada persona escoge con quién quiere compartir su vida, con quién es feliz, y a quién amar.
"Lo interesante de todo esto es que si tuvieses 100 parejas, probablemente ya encontraste a alguien, pero no estás lista para comprometerte", concluyó la doctora australiana.
Matemáticas y sexo
Cabe destacar que Clio Cresswell se llegó a nuestro país como invitada del Congreso Futuro que se está desarrollando en Valparaíso, es por eso que ayer realizó una conferencia llamada "Las Matemáticas y el sexo: El cerebro conectado emocionalmente", que se llevó a cabo en el Instituto de Matemáticas de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV).
En ese contexto, Cresswell explicó que la idea de mezclar las matemáticas, que más bien están asociadas a la ciencia dura, con las relaciones humanas, tiene que ver con que "muchas veces no nos damos cuenta que las matemáticas tienen que ver con patrones, y las personas usamos patrones para distintas cosas en nuestras vidas cotidianas, incluyendo las relaciones".
En ese sentido, la ecuación del amor no fue encontrada por casualidad por la académica, sino que trabajó en ella durante muchos años. Cresswell recomienda que esta acción de trabajar para buscar resultados, también debería aplicarse a nivel personal con el fin de encontrar la pareja ideal.
Lo físico es superficial
Respecto de otras características que pueden entrar en juego, como la belleza, Cresswell minimizó su influencia en la búsqueda de una pareja o la atracción entre dos personas. "La atracción se da porque los humanos quieren conectar con humanos. Puedes tener un rostro perfecto, pero si muestras en tu rostro infelicidad, es más difícil conectar".