Guillermo Ávila N.
Es 25 de diciembre. Mañana de Navidad. Marco Contreras, porteño de cuna, va de un lado para otro con la carretilla repleta de escombros y chatarras cubiertas en cenizas. Bajo los humeantes cimientos de lo que era su casa -desde hace cuatro años- de un piso mitad ladrillo mitad madera, nada queda.
Aquí vive junto a su señora Debora Álvarez, una niña de tres años y un niño de ocho meses, que son sus hijos. Con el incendio forestal del pasado domingo, todos ellos quedaron damnificados.
Para Marco, quien prefiere ver la vida con el vaso medio lleno, lo más importante fue el haber salvado a todas sus mascotas... caballos y perros. "Gracias a Dios que al corral de los caballos no le pasó nada. ¡Había mucho humo!". ¿Pirómanos? Para Marco Contreras, la causa pudo ser un cigarrillo mal apagado por algún automovilista en la Santos Ossa que cayó en los pastizales secos.
Estamos en el corazón de una quebrada en el cerro Las Delicias, en E. Ibsen bajo. Entorno rodeado de eucaliptos, maleza y basura, un triángulo al fuego fácil que colinda con tomas al sector residencial de Villa Portuaria, entre la subida Santos Ossa y la Washington.
Para acceder hasta el lugar, que en la tarde del domingo 24 de diciembre a eso de las 18 horas obligó a decretar por parte de la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi) la Alerta Roja para Valparaíso debido al incendio forestal, hubo que sortear senderos agrestes, tierra aún húmeda, matorrales y cenizas.
Mismo lugar en que las llamas consumieron casi una hectárea, dejó a cuatro personas damnificados (dos adultos y dos menores) según autoridades y hasta donde trabajaron seis brigadas y cuatro helicópteros de la Conaf, además de otros dos helicópteros de la Onemi, cinco camiones aljibes y Compañías de Bomberos. De hecho, Chilquinta tuvo que realizar cortes de energía en el sector por dichas labores de rescate.
Marco acota que ese día temió lo peor. "Le dije a mi mujer que se llevaran a los niños". Recuerda que veía de hacer compras en el centro cuando el siniestro empezó de abajo hacia arriba, en la quebrada. Luego agarró a los eucaliptos y rápidamente empezó a venirse hacia su vivienda. "No pudimos hacer nada". Y acota: "No había presión de agua. Los bomberos tampoco tenían agua. Hugo que conectarnos a los grifos arriba en el camino Los Ingleses. Fueron largas las conexiones, se demoraron harto pero no fue culpa de Bomberos, sino de la distancia de los grifos".
Desmalezar, urgente
Al respecto, Leonardo Moder, director regional de la Conaf, señaló a los medios que "se pudo combatir el incendio en la Villa Portuaria por vía aérea y realizando un puente que evitó que el fuego se propague hacia otras viviendas", enfatizó.
Pablo Contreras se identifica como hermano del damnificado y pide hartas manos para el urgente gesto solidario. Cuenta que llegó al sitio cerca de las 19 horas del domingo cuando la casa de su hermano ya estaba en llamas. Del cerro Mariposas, conoce de esto, como lo vivió en 2014 con el Mega Incendio pero en el cerro La Cruz. "Pedimos ayuda pero no había agua. A pura pala y tierra sofocamos lo que pudimos".
A su juicio, las conexiones en el sector son muy largas. "Habían como 50 mangueras conectadas. Hubo como tres helicópteros, dos aviones. ¡Fue brígido!", dice Pablo, mientras hace pide ayuda para su hermano. Y un deseo a la Navidad, por el que hará todo lo posible: "Ojalá pueda celebrar el Año Nuevo aquí es su casita".
Al lado de Pablo, con el bajón anímico por lo ocurrido pero no por ello sin dejar de lado las faenas a la reconstrucción, el afectado Marco se da un espacio para ahondar en lo acontecido. "Nos falta ayuda". Y apela a la Municipalidad: "Ellos se comprometieron con desmalezar el lugar".
Franco Egas es el vicepresidente de la junta de vecinos de Villa Portuaria. Reconoce que el fuego del otro día los complicó bastante. Sobre todo por la fecha: 24 de diciembre, precisamente una época donde quedan solas muchas viviendas. "Por suerte, a esa hora, muchos vecinos aún no salían".
Es por eso que numerosos habitantes de Villa Portuaria salieron para así mojar el sector y tratar de aplacar las llamas. "Son casas que pertenecen a una toma en la quebrada", subraya, con una sospecha sobre el detonante: "Por lo que supe de Carabineros, el fuego habría empezado desde la carretera. Lo más seguro es que alguien arrojó algo y prendió por el sector de la ladera que está más seco".
Franco profundiza al relato: "Por fortuna, como comunidad, ya habíamos desmalezado algunos sectores cercanos a las viviendas". Y, al igual que los damnificados y todos los vecinos que aquí habitan, un llamado: " Tenemos el problema que la Municipalidad no ha venido a retirar la maleza como se habían comprometido".
Ángel Rivera es vecino de toda la vida, a dos casas de donde se quemó la vivienda. Narra que en su caso, el fuego llegó a centímetros de su hogar revestido de lata, madera y algo de cemento. "Las llamas llegaron hasta los pilares de la casa donde vivimos cinco personas".
Por dicha, recuerda, alcanzaron hacer el cortafuego. En un momento, como el humo rodeó toda su casa, pensó que había desaparecido. "Gracias a Dios no pasó a mayores en nuestro caso. Mi hogar quedó lleno de cenizas, con fuerte olor a humo y sin suministro eléctrico ni de alcantarillado con cañerías colapsadas, ya que acá es a puro pozo".
Ángel ahora está con una pala al espaldarazo. Hay que ponerle el hombro a la ayuda a su vecino. Lo que sí, hace un llamado, uno que se reitera: "Este ha sido el incendio más complicado aquí. La Municipalidad debiera desmalezar y recoger la basura para evitar tragedias".
Otros siniestros
En tanto, tres trabajadores fueron detenidos por personal de Labocar de Carabineros por su supuesta participación en la generación del foco de incendio que asoló el sábado a la comuna de Limache y parte de Villa Alemana, que quemó cerca de 290 hectáreas de pastizal y matorral en el fundo Santa Ignacia. Otro punto caliente fue controlado: el incendio forestal "Fundo El Limachito", que consumió una superficie de 1,5 hectáreas, también en Limache.
La preocupación por los incendios forestales aumenta con las altas temperaturas de estos días, "con la probabilidad de siniestros", como bien pronostica Ana María Córdova, del Centro de Meteorología de la Universidad de Valparaíso. Ya el sábado, un incendio forestal se desarrolló en el sector de Lo Andorra, en el cerro San Roque, de la Ciudad Puerto.
En el lugar trabajaron personal de Conaf y voluntarios del Cuerpo de Bomberos de la Ciudad Puerto. Fueron consumidas 1,5 hectáreas y trabajaron tres aviones y personal técnico de Conaf.
Por si fuera poco, durante la tarde del domingo en Viña del Mar, en el sector de Sausalito, llamas se divisaron a la altura de la avenida Padre Hurtado, por la parte posterior de las canchas del Club de Golf Granadillas. Hasta el sitio concurrió Bomberos y personal de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) con apoyo aéreo.