Priscilla Barrera Ll.
Nelly Muñoz Delgadillo tiene 64 años y reconoce que nunca antes en su vida vivió un hecho tan violento como el que le tocó protagonizar este sábado, cuando al exigirle al chofer del microbús en que se trasladaba que respetara el recorrido, recibió una cobarde golpiza que hasta hoy, la mantiene muy afectada emocionalmente.
Con un derrame en su ojo derecho, la mujer acompañada por dirigentes de la junta de vecinos "Nuestro Barrio" del sector de Las Palmas Chilenas quiso hacer pública su denuncia, con el propósito según dijo, que su caso no quede impune y que mucho menos, vuelva a repetirse con otra persona.
A forestal
De acuerdo al relato efectuado por Nelly, el sábado 18 de noviembre, a eso de las 17 horas, tomó un bus para trasladarse desde el centro de Viña del Mar hasta su casa, en la parte alta de Forestal en la calle Río Toltén.
"Yo venía en una micro que tomé en el centro de Viña. Cuando casi llegaba al lugar donde tenía que bajarme, el caballero - si se le puede llamar así - me dice que me baje y aún no terminaba el recorrido. Yo no quise bajarme y le dije que el recorrido de él continuaba hasta la garita. Hizo caso omiso y en la mitad del camino, entre Isla de Pascua y Río San Pedro, el chofer aceleró llevándome hasta la quebrada, rápido", relató esta vecina de Forestal.
En ese momento, el conductor iba acompañado por un niño de 17 años y la única pasajera que quedaba abordo era Nelly. Entonces vino lo inesperado.
"Me levanté y le digo 'por favor para, detén la micro'. Le toqué la espalda y le insistí en que parara. El chofer se da vuelta y me toma del pelo, me empezó a golpear la cabeza. Me pegó varias veces. Él estaba fuera de control, colorado, no me decía nada, sólo me tenía agarrada del pelo", recordó.
Presa del miedo, Nelly reconoce que pensó en defenderse, en hacer algo, pero el miedo la paralizó. "El hombre estaba desfigurado...Es cierto que cuando me levanté le golpeé la espalda exigiéndole que parara, pero no era para que reaccionara de esa forma, no era para la reacción que él tuvo. Paró la máquina...él se detuvo como a 100 metros de dónde yo me tenía que bajar. Este hombre abrió las puertas y me dice 'ahora bájate hueo...'", añadió Nelly.
Choqueada y nerviosa con todo lo vivido, Nelly llegó hasta su casa donde le contó a sus hijos lo que le había pasado.
A pesar de lo nerviosa, la mujer pudo recordar el número de orden del microbús.
"Con mis hijos fuimos primero a la garita para tratar de ubicar al chofer. Yo tenía el boleto y pedí que me ayudaran a ubicarlo, pero en la garita sentí que trataron de proteger al chofer que en ese momento no estaba, no me ayudaron y lo peor es que la persona que me atendió se dejó el boleto y me dejó sin ninguna evidencia", precisó Nelly. Luego de esto, la mujer acompañada de sus hijos fue a constatar lesiones y luego a Carabineros para hacer la denuncia por agresiones.
"Me tomaron la denuncia y me llamarán de la Fiscalía. Yo no quiero que esto quede así, no puede ser que una persona que lleva a pasajeros reaccione de una manera tan violenta. La idea es que esto no quede así. Es un peligro público", planteó Nelly quien es comerciante y debido a su mal estado de salud tras este episodio no ha podido retomar sus actividades pues se siente nerviosa y temerosa.