El Loro Coirón se suma a los homenajes a Violeta Parra
El próximo lunes 20 de noviembre inaugurará un mural en el Centro Nacional de Artes de Cerrillos, donde se ve a la artista reunida con mujeres en Valparaíso.
Fue en la partida de las celebraciones del Centenario del nacimiento de Violeta Parra, en el museo dedicado a la cantautora en Santiago, que el Loro Coirón (Thierry Defert) conoció al ministro de Cultura Ernesto Ottone. La conversación fluyó animadamente, pero quedó inconclusa. Entonces recibió una invitación a seguirla en la oficina del secretario de Estado. El Loro recuerda que había un ánimo festivo aquella jornada, todos estaban felices en torno a la figura de Violeta.
Y como habían acordado, se reunió otra vez con Ottone. "Él me comentó que mis obras estaban en todo Valparaíso y que tenían ese sello tan popular. Ahí me dijo '¿te gustaría hacer una donación, un mural por el Centenario de Violeta Parra'?. Le dije 'sí, qué honor, pero no tengo la legitimidad...'".
El Loro se quedó pensando y reflexionó sobre lo que podría hacer. Reconoce que en ese momento no conocía tanto a Violeta. "Sabía de su obra, pero no de su intimidad y en general cuando tú haces un texto, una historia de una persona, necesitas una complicidad", destacó.
La inspiración llegó pronto y el artista decidió que la Violeta de su mural debía estar en Valparaíso, ciudad que ha retratado desde 1995, cuando por segunda vez visitó la ciudad. El Loro la ubicó en una plaza de un cerro porteño, rodeada sólo de mujeres. "Porque como dice mi gran amigo Daniel Kula, 'en la vida no hay lugares, sino instantes en los lugares'. Esa es la historia de todo lo que hago", cuenta.
El trabajo ya está casi listo, y el próximo 20 de noviembre se inaugurará en el Centro Nacional de Arte Contemporáneo de Cerrillos, específicamente en la Sala de Documentación. El Loro lo quiso así "no quería estar en un lugar tan visible, donde los otros artistas también pueden exponer después", aclara.
Este grabado en honor a Violeta es una linografía de dos metros de alto, por tres metros y medio de ancho".
La intimidad de violeta
El Loro Coirón comenzó a conocer más a la compositora y se dio cuenta que tuvo una vida privada difícil. "Fue un poco como Edith Piaf, mujeres muy valientes en su vida íntima. Tienen una obra colosal, gigantesca; pero una vida privada que es muy compleja, especialmente en el amor".
Sobre la escena del mural, el Defert adelantó que se ve a Violeta en la plaza con mujeres de distintas profesiones u oficios. Están la panadera, carabinera, marinera, pescadora. "Me gusta eso, pero no es militante, es un acto de felicidad entre un grupo de personas que se aprecian", explica.
En el mural, Violeta aparece con su guitarra, pero no cantando, sino que entregándosela a una mujer, en una especie de intercambio. "Ella comparte su guitarra, que fue la única herencia de su padre, y la niña le pasa su volantín. Ese es el símbolo central del mural".
El Loro comenta que es el primer mural de su vida que hizo a partir de un solo croquis de la calle. "Es un personaje de la calle, que aparece de espalda. Amo las espaldas porque muestran la realidad. De frente tú puedes cambiar tu apareciencia, pero con tu espalda no puedes mentir. Ahí está toda la emoción del mundo".
Sobre el resto de los dibujos, este grabador manifiesta que "son una síntesis de todo lo que he estado haciendo hace 20 años. Todo en una imagen. Y vale la pena con Violeta Parra, porque hay una legitimidad. Hay gatitos, perritos, personas enfermas porque es importante valorizar su lugar en la sociedad".
Una interrogante
¿Y el mural más grande del mundo? Hace años el Loro Coirón inició el desafío de hacer una mega obra donde quedara retratado el plan de Valparaíso. Dijo que trabajaría en él hasta su muerte.
Hasta ahora hay trozos de ese gran trabajo ubicados en distintos lugares de Valparaíso. La idea original era realizar una obra de 8 metros de alto, por 200 de largo: "Me parece mucho más interesante repartir las historietas de la vida familiar de Valparaíso, mi crónica sobre la ciudad, en algunos lugares. Ojalá no tenga que volver del Paraíso o del Infierno para terminarla. Pero me gusta no terminarla".