Juan Riquelme

El paso de Marcelo por la Expo Quillota de "Cachureos" fue fugaz. Se presentó por espacio de 90 minutos en el escenario del estadio Lucio Fariña Fernández, y luego de eso no dialogó con los medios de comunicación que lo esperaban tras bambalinas. Hoy el ambiente no parecía estar igual que las dos veces anteriores que ya había pisado el mismo escenario.

Antes de iniciar el espectáculo conversó con SoyQuillota.cl. Eso sí, lo planteó antes de iniciar la grabación. No hablaría de la polémica del momento, que tiene relación con el uso de personajes similares a los de su programa por una marca parecida a la de ellos, disputa que hoy se encuentra en tribunales. Sus personajes, Epidemia, el Gato Juanito y el Tiburón, tampoco quisieron hablar. En el grupo hay hermetismo.

El fenómeno

Pero Marcelo es parte de la memoria colectiva desde los '80 y hablar con él traspasa el tema del momento.

El comunicador compartió algo del secreto del éxito de su espacio. Asegura que "Cachureos es un fenómeno", y basa esta declaración en que "luego de estar tantos años sin televisión, el programa sigue siendo el espectáculo que más público lleva en Chile, y la gente lo quiere y lo agradece, y es algo que yo nunca me imaginé que podría ocurrir".

Agrega Marcelo que ese éxito se basa en una elaboración de espectáculo que va variando. "Lo más básico son las canciones, nosotros tenemos más de 300 quizás 400 canciones, y muchas muy buenas, y en base a las canciones es más fácil renovar un espectáculo", dice Marcelo.

Pero el también actor y cantante explica que no se quedan ahí y siempre se renuevan. "Me preocupo de estar buscando cosas nuevas para que la gente no vea lo mismo y es así como hemos durado tanto tiempo", dice.

Cachureos convocó en Quillota a unas 15 mil personas. Padres e hijos, muchos niños que nunca vieron el espacio en un televisor y crecieron del recuerdo en videos, internet o el relato de sus padres. Eso Marcelo lo tiene claro. "Es un fenómeno de generación, los niños de ayer son los papás de hoy".

Eso sí, el conductor reconoce que también hay otro factor a considerar. La ausencia de espacios para niños en televisión. "En Chile hay una falta de programación infantil y a eso se debe el éxito de nuestro espectáculo", plantea.

Y agrega que hacer un espacio infantil tiene un costo similar a otros de la televisión abierta. ¿Pueden volver? Marcelo cierra la puerta. "Como nosotros hacíamos 'Cachureos' sería muy difícil porque los concursos eran carísimos, los viajes al extranjero también, aunque nosotros tratábamos de conseguir las cosas más baratas".

Su análisis va más allá. "Hoy los canales compran programación envasada que les sale más barata pasarla, y no invierten en programación, lo que ha frenado la creatividad de la gente. Antes uno creaba, planteaba en los programas de televisión y te recibían. Hoy esa puerta no existe, está cerrada".

En esta línea, plantea que la forma de apostar ha cambiado, muchas veces con fracasos televisivos. "Hoy ven los ingenieros comerciales o quien corresponda, miran que en España hay un programa que es así y ha tenido éxito y lo compran, como 'Master Chef' y lo emiten. Hay otros programas que han traído, como 'El Hormiguero' y no tuvo el éxito que en España, y no hay programas infantiles, porque hacerlos no es barato. Y la publicidad infantil es muy pequeña".

Pero Marcelo no se ha quedado atrás. Ya ingresaron en la era digital, y además de su presencia en redes sociales, hace menos de un año tienen un canal de YouTube, al que esperan agregarle más contenido en el corto plazo.

El líder del espacio, también habló de los actores que dan vida y mantienen el sello de sus personajes. Los cambios no han sido menores. Recuerda que el primer gato con el que trabajó en La Red se llamaba Amadeus, nombre que luego cambió a Juanito. De ese personaje ha tenido siete actores; cinco de Epidemia, y así. Para renovarlos, es él quien realiza el casting y evalúa desde el cómo hablan, hasta el cómo caminan.

"Siempre hay gente que lo puede hacer, lo más importante no es tanto conseguir la gente, sino que conseguir buenas personas, gente correcta porque para hacer un programa familiar hay que tener cuidado, encontrar gente correcta, que no ande haciendo tonteras por ahí", plantea.